"Las relaciones con el Reino Unido fueron gélidas por décadas por culpa del apoyo irreflexivo y romántico de Belaunde a los aventureros militares argentinos cuando estos gorilas dementes invadieron Las Malvinas".
"Las relaciones con el Reino Unido fueron gélidas por décadas por culpa del apoyo irreflexivo y romántico de Belaunde a los aventureros militares argentinos cuando estos gorilas dementes invadieron Las Malvinas".

La eliminación de la necesidad de una visa para visitar el es una muy buena noticia. Si había una visa farragosa y cara para conseguir, esa era la inglesa. A pesar de la provocación de en la ONU por meter gratuitamente el tema de Las Malvinas (por más que el sobón analista mendocista Óscar Vidarte de la PUCP lo minimice, esa estupidez escrita por el lacayo e intrigante diplomático Rodríguez Cuadros para el discurso de Castillo, buscando equilibrar el necio apoyo al Polisario, sí que causó escozor en Londres. Y esto lo puedo decir de primera mano), esta medida salió adelante. El próximo paso es conseguir que British Airways reinstale sus vuelos Lima-Londres. El Reino Unido ha hecho los Juegos Panamericanos (despilfarro que costó US$ 1,200 millones al que siempre me opuse), está reconstruyendo nuestro norte y es uno de nuestros tres primeros inversionistas.

Todo lo que sea profundizar las relaciones con el principal aliado estadounidense en Occidente y signifique alejarle de su secular cercanía con Chile siempre será diplomáticamente juicioso. Las relaciones con el Reino Unido fueron gélidas por décadas por culpa del apoyo irreflexivo y romántico de Belaunde a los aventureros militares argentinos cuando estos gorilas dementes invadieron Las Malvinas (lo que ellos nos “agradecerían” años después con la venta de armas a Ecuador, en pleno conflicto con el vecino norteño y siendo Argentina uno de los garantes del Protocolo de Río de Janeiro). El deshielo de ese invierno diplomático casi se echa a perder cuando el torpe y báquico velasquista de Rafael Roncagliolo ejerció de canciller (un advenedizo sobrevaluado que llegó allí después que aplaudió en una columna de Expreso en los 70s que Velasco haya ordenado que nuestros diplomáticos cosechen papas…) y protagonizó un papelón al “desinvitar” en plena navegación a una fragata inglesa que venía al Perú al querer satisfacer a la mafiosa de Cristina Kirchner.