[OPINIÓN] Aldo Mariátegui: Festejan no ser goleados…

Actualizado el 10/11/2022, 07:00 a.m.

La política es curiosa e impredecible como el fútbol. Por un lado, los republicanos pudieron golear 5-0 y apenas van a ganar por la mínima diferencia. Por otro, los demócratas festejan su derrota como si fuera un triunfo y ya da hasta risa ver a los comentaristas de los caviarones CNN y MSNBC en ese plan. Los primeros apostaron a la economía, la migración y al crimen. Los otros, más abstractos, al aborto, la lucha por la democracia y toda la cargosa ideología “woke” (feminismo, derechos gays, minorías). Unos apelaron a Trump y los otros tuvieron que resucitar a Obama ante la impopularidad de Biden.

MIRA: [Opinión] Aldo Mariátegui: ¡Cuidado, Aníbal Torres busca su “vizcarrada”!

Al final, ninguna de estas dos narrativas se impuso por K.O. y estamos en el mismo país partido por la mitad. Gran parte de la culpa de que los republicanos no goleasen fue de Trump. Aparte de que genera demasiadas resistencias (a lo Keiko aquí), “El Donald” se metió a impulsar a candidatos bastantes malos en estados que eran claves. Especialmente, sus candidatos al Senado por Georgia y Pennsylvania eran deplorables. El primero era un moreno que se las daba de santurrón y resultó que tenía abortos e hijos regados. El segundo era un doctor de esos medio chantas que tienen programas en TV en los que curan y opinan de todo; nuestro charlatán criollo Dr. Huerta era Pasteur al lado, aunque este republicano tenía mejor nivel que nuestra patética “Dra. Cachetada” (Carmen Gonzáles), ese engendro mediático criollo que es de circo de quinta por su lenguaje procaz, palabreo pseudocientífico y pinta de oriunda de Transilvania. El gran ganador ha sido el reelecto gobernador republicano DeSantis, que barrió en la Florida (el estado que más se ha ido hacia la derecha en estos años) y se afianzó como la alternativa más seria frente a Trump. En cambio, Biden sí que está senil si piensa que ganó y que puede aspirar a postular a la reelección. La verdad es que desde Carter no hay un presidente demócrata tan impopular y que ya debería estar consciente de su avanzada edad.