[Opinión] Álvaro Henzler: Unidad extrema frente a crisis abismal

Jóvenes han muerto en las últimas horas. La probabilidad de un masivo estallido social con una solución radical y autoritaria con respaldo popular es hoy mayor. Una mayoría de la clase política mantiene una baja capacidad para generar acuerdos y consensos por encima de sus preferencias e intereses particulares. Son urgentes propuestas valientes para sacar al país de este abismo. Esta crisis abismal requiere una unidad sin precedentes. La sociedad civil organizada puede jugar un rol catalizador. Sindicatos, gremios empresariales, iglesias, organizaciones sociales, gobiernos regionales y locales debemos alinearnos en pocos puntos y trabajar hacia ellos. Acá una lista sugerida de cinco puntos:

1. Acelerar el adelanto de elecciones: llamar a elecciones en abril de 2024 puede ser muy tarde. El rechazo popular a las autoridades de turno es demasiado alto para aguantar 18 meses. Es posible, con voluntad política, reducirlo a 10 o 12 meses, si se propone una fórmula similar a la del 2000.

2. Asegurar elecciones con reformas aprobadas: las nuevas elecciones deben incorporar reformas políticas ya aprobadas y postergadas: elecciones primarias, eliminación del voto preferencial y paridad y alternancia. No hay excusa para seguir postergando su vigencia.

3. Consensuar paquete de reformas: para que #SeVayanTodos pero #NoRegresenPeores es indispensable aprobar un conjunto de reformas indispensable. Basados en esfuerzos de la última década –Plan32 de Transparencia, Reforma Integral de ProDemocracia, propuesta de Comisión de Alto Nivel y propuestas del Congreso actual–, Coalición Ciudadana ha consensuado siete reformas.

4. Contener las diversas demandas ciudadanas: gobierno y Congreso tienen hoy baja legitimidad para canalizar las diversas y acumuladas demandas de la ciudadanía. Es urgente que el Acuerdo Nacional y la Iglesia católica, con apoyo eventual de Naciones Unidas, lideren un esfuerzo de mesas de escucha y diálogo en el país.

5. Fortalecer un gobierno de transición: El gobierno es débil. La transición podría estar en manos del gobierno actual con premier convocante; o, si se da una renuncia presidencial, en manos de una nueva Mesa Directiva del Congreso que no esté conformada ni por miembros o aliados del partido de gobierno ni por todos los partidos de derecha que reclamaban un fraude inexistente.

Son tiempos muy complejos. La probabilidad de desenlace fatal no es menor. Requiere una unidad y desprendimiento extremos. El tiempo es hoy.