El siguiente presidente del Congreso deberá priorizar las denuncias contra congresistas y los desafueros, para limpiar la imagen del Parlamento. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/GEC)
El siguiente presidente del Congreso deberá priorizar las denuncias contra congresistas y los desafueros, para limpiar la imagen del Parlamento. (Foto: Anthony Niño de Guzmán/GEC)

La oposición, desde que inició el gobierno, ha sido sumamente torpe. Desde comentarios desatinados hasta mociones de vacancia que no tenían los votos necesarios ni para ser admitidas a debate. Aquello se debe a que el actual está conformado por congresistas sin experiencia, gracias a la no reelección congresal.

Lo que ha revelado el escándalo de Acuña es que los congresistas topos de no solo están en Acción Popular, sino también en otras bancadas. Cabe resaltar que no se justifica en absoluto el comportamiento de Camones. Sin embargo, no queda duda de la infiltración del Ejecutivo en las bancadas “opositoras”. Curiosamente, el nivel de transfuguismo actual no se veía desde la época de Fujimori. Al menos, en aquella época, los congresistas tránsfugas se pasaban a la bancada oficialista sin decoro; en cambio, los tránsfugas de ahora, se mantienen cobardemente ocultos y solo aparecen cuando tienen que votar a favor de Castillo.

La próxima elección de la presidencia del Congreso será vital, dado que el oficialismo y sus tránsfugas buscarán tomar la Mesa Directiva. Y si Castillo no logra hacerse del Congreso, buscará cerrarlo sin titubear. Es por ello que el bloque democrático debe dejar los egos de lado y nombrar a un presidente sin cuestionamientos y con la firmeza para defender el fuero parlamentario y la democracia. S. Paredes, ni F. Pablo deben ser opciones para presidir el Legislativo. Ambas le han dado oxígeno a Castillo cada vez que han podido y han votado en contra de la vacancia todas las veces.

El siguiente presidente del Congreso deberá priorizar las denuncias contra congresistas y los desafueros, para limpiar la imagen del Parlamento. De no hacerlo, este Congreso no sobrevivirá a la campaña demoledora de Castillo.