El presidente Pedro Castillo en una actividad pública. (Foto: Presidencia Perú)
El presidente Pedro Castillo en una actividad pública. (Foto: Presidencia Perú)

Poca gente entiende lo difícil que es ejercer el cargo de presidente de la República y Pedro Castillo lo sabe. Todos los problemas del país recaen sobre sus hombros y todavía quieren que declare a la prensa todos los días para que después resalten una palabra mal dicha. ¿Que la prensa ayuda a fiscalizar al poder? Es verdad, pero que lo haga con los demás. Él tiene cosas mucho más importantes que atender.

Además, está la Fiscalía que investiga cualquier chisme que la prensa rebota. ¿Qué, no saben que tienen mucho por hacer en el Gobierno? Si hubieran dejado tranquilo a su secretario jamás se hubiera olvidado los 20 mil dólares en el baño. De nuevo, es culpa de la prensa.

El exministro Silva, que viajaba por todo el Perú atendiendo las necesidades de la gente tiene que estar hoy escondido porque la prensa publicó denuncias de cosas que a nadie le interesa. Ya ni a los chicos dejan tranquilos: los sobrinos y la cuñada/hija tienen el derecho de labrarse un futuro, pero no los dejan. Ahí está también el Congreso que inmediatamente los empieza a molestar.

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Pero no todos los países son tan subdesarrollados como el Perú. Ahí está Ortega en Nicaragua y Maduro en Venezuela que han sabido poner orden en sus países para que la prensa informe las cosas verdaderamente importantes y que el Gobierno señala, la Fiscalía investiga solo las actividades de la oposición y el Congreso aprueba todo lo que el Ejecutivo le envía.

Deberían seguir el ejemplo de los ronderos que sí tienen una visión de Estado y saben lo que es bueno para el país. Con ellos y una Policía y Fuerzas Armadas captadas y un Congreso elegido con nuestras reglas, tendremos el país que todos anhelamos.

Lea mañana a: Hugo Perea

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