[Opinión] Carlos Bruce: “La forma poco cuerda de salirse de las cuerdas”

La presentación de la cuestión de confianza (CdC) del primer ministro (PM), Aníbal Torres, no tiene otro objeto que sacar al gobierno del arrinconamiento contra las cuerdas en el que está y retomar la iniciativa poniendo en jaque al Congreso con el fantasma de la disolución, como hizo Martín Vizcarra.

El Congreso ya estaba tramitando la cuestionada vacancia por traición a la patria y la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales había aprobado el informe que sugiere inhabilitar al mandatario por cinco años.

Hace unas semanas, el Ejecutivo anunció que haría CdC por el PL para derogar la ley aprobada por el Congreso que regula justamente las cuestiones de confianza. El Congreso, a través de la Constitución, y en el ejercicio de sus atribuciones, rápidamente declaró este pedido del gobierno como improcedente y lo archivó.

El PM vuelve a la carga con una nueva CdC, esta vez para derogar la ley del Congreso que disponía que toda reforma constitucional tiene que pasar previamente por el Congreso, tal como establece el artículo 206 de la Carta Magna.

Como podemos apreciar, no importa el tema de fondo, sino solo presentar una CdC con el fin de arrinconar al Congreso y mantenerse en el poder. El problema es que, mientras los dos poderes del Estado juegan este Juego de tronos, el país se está destruyendo. La economía ha reducido su crecimiento a la mitad; aún hay 252 mil personas que no recuperan el trabajo que tenían antes de la pandemia y, según el INEI, 1.4 millones de personas en Lima trabajan en el empleo más precario que mide esta entidad. Si a esto le sumamos el contexto internacional de desaceleración de la economía mundial, vemos que se avecinan tiempos muy difíciles.

¿No resulta responsable y patriótico hoy dar un paso al costado y permitir unas elecciones generales?

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