"La salida constitucional a la actual crisis es la 'incapacidad moral' de Castillo..." (Foto: Jorge Cerdán | Archivo El Comercio)
"La salida constitucional a la actual crisis es la 'incapacidad moral' de Castillo..." (Foto: Jorge Cerdán | Archivo El Comercio)

Se le atribuye a Mario Benedetti, escritor y dramaturgo uruguayo, la frase “un pesimista es un optimista bien informado”. Lamento reconocer que me considero alguien bien informado y, por tanto, pesimista con relación al desenlace inmediato de la actual crisis política en el país.

Un sector pretende que la valiente y contundente acusación de la sea el sustento para la vacancia del presidente, considerando que la Convención de las Naciones Unidas Contra la Corrupción suscrita por nuestro país es un tratado de derechos humanos y, por tanto, de inmediato cumplimiento. Sin embargo, nuestra Constitución es muy clara y específica en lo que se refiere a las causales por las que puede ser acusado el primer mandatario.

Lo que corresponde luego de firmada la mencionada Convención es que se inicie el trámite para adecuar nuestra Carta Magna a este tratado, pero, mientras tanto, esta se respeta tal como está redactada. Empezar a interpretar nuestra Constitución de manera relajada abre las puertas para continuar con este periodo de inestabilidad en el que nos encontramos.

La salida constitucional a la actual crisis es la “incapacidad moral” de , que está perfectamente sustentada en el informe de la fiscal Benavides. Pero ocurre que no se cuenta con los votos necesarios y esto ha despertado la creatividad de respetables juristas que están planteando darles rango constitucional a tratados internacionales.

Está claro que, entre “niños”, “adolescentes” y oficialistas, hay más de 50 en el Congreso. Si vemos la votación de esta semana para aprobar la interpelación del canciller, que es solo un pedido de información a un ministro, hubo 46 votos en contra y seis abstenciones (entre los que había 4 “niños”), ¡es decir, 52 votos!

Ante esta vergonzosa realidad, debería haber protestas públicas contundentes, que son muy válidas en una sociedad democrática, y que presionan políticamente para una salida a la crisis tal como ocurrió con la Marcha de los Cuatro Suyos y las protestas contra Merino.

Por alguna razón, estas expresiones de descontento no se están dando y la salida a este entrampamiento no está clara. De ahí nuestro pesimismo.

VIDEO RECOMENDADO

Pedro Castillo vendió la gerencia de Petroperú según dueño de Clínica La Luz