[OPINIÓN] César Luna Victoria: “Unas elecciones demasiado lejos”. (@photo.gec)
[OPINIÓN] César Luna Victoria: “Unas elecciones demasiado lejos”. (@photo.gec)

Desde la invasión a Normandía, el ejército alemán se desmoronaba. Entonces se encarga a Rudolf von Rundstedt que evite que los aliados invadan Alemania desde los Países Bajos. Rundstedt no había perdido ninguna batalla. Soy aún joven, denme tiempo, ya perderé alguna. Luego preguntó por qué los aliados avanzaban tan lento. Problemas de abastecimiento, le dijeron; o nos estamos retirando más rápido de lo que ellos piensan, comentó. Las dos cosas eran ciertas. Bernard Montgomery ideó un plan para la estocada final. 100,000 hombres se lanzarían en paracaídas para tomar puentes y asegurar un corredor por el que avanzarían los tanques hacia Alemania. Se le llamó la Operación Market Garden. Fue la mayor maniobra aerotransportada de la historia. Se tomaron todos los objetivos, menos uno, el último puente de Arnhem sobre el Rin. Sin ese puente no había corredor, ni Alemania sería invadida tan pronto. Fue el mayor fracaso de los aliados en el frente occidental. Rundstedt, realista, sin la arrogancia con la que se muestra a los generales alemanes, reagrupó a un ejército en desbandada, recuperó su moral y logró la última gran victoria de Alemania. Del Arnhem se diría que el optimismo aliado lo creía ganado pero que, en realidad, fue un puente que estuvo demasiado lejos. Esa derrota retrasó el avance aliado. Los rusos llegaron primero a Berlín.

Nuestra democracia ha estado en retirada, hasta este miércoles 7. La humildad la puso la Fiscalía de la Nación, que, con paciencia y eficiencia, investigó los crímenes de y presentó un expediente bien fundamentado al Congreso. Ya no era asunto de pruebas, que las había a montones, sino de votos. La vanidad la pusieron Pedro Castillo y su entorno que se creyeron impunes, hasta que era evidente que el Congreso lo iba a suspender. Entonces agregaron soberbia, creyendo que, a pesar de que todo parecía perdido, podían lograr apoyo suficiente para su golpe de Estado. La inteligencia la puso la Policía Nacional, que entretuvo al presidente hasta que el Congreso lo vacó y, sin inmunidad alguna, lo detuvieron por sedicioso. Los demás cumplieron su deber, que en este país es bastante. Final feliz, aunque tardío. El Congreso fue incapaz de lograr una salida política en todo este tiempo. Le sobra desprestigio y le falta legitimidad. Será una de las grandes incógnitas.

Sin embargo, hay otros temas más urgentes. Generar empleo para reducir la pobreza y eso solo se logra promoviendo la inversión privada (cuántos proyectos mineros están paralizados por conflictos sociales) y destrabando la inversión pública (cuántas carreteras y obras de irrigación están paralizadas por falta de gestión pública). Programas sociales de urgencia para afrontar la crisis alimentaria, las sequías y las heladas de La Niña y las inundaciones de El Niño, que ya se vienen. Asistencia técnica para el agro andino, para que supere su baja productividad y competitividad, porque es la que genera alimentos y da empleo rural. Sembrar mejoras de largo plazo en salud y educación, destrozadas en la pandemia. Recuperar eficiencia en la administración pública a todo nivel, para evitar corrupción y desperdicio del gasto público. Fortalecer Poder Judicial, Ministerio Público y demás instituciones autónomas.

Obvio casi todo, pero se requieren responsabilidad política y honestidad intelectual para lograr consensos. Esa es la tregua política que se requiere. Las elecciones generales adelantadas pueden ser políticamente atractivas, pero serán inútiles sin una reforma electoral previa. Pueden ser un puente demasiado lejos, cuando hay tanto por hacer ahora.

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Víctor García Toma