“Las decisiones en el Congreso no se toman en función de una visión de país, sino por conciliábulos y negociaciones menudas, porque no tenemos partidos en serio. Paciencia y buen humor”. (Foto: Presidencia)
“Las decisiones en el Congreso no se toman en función de una visión de país, sino por conciliábulos y negociaciones menudas, porque no tenemos partidos en serio. Paciencia y buen humor”. (Foto: Presidencia)

Huancayo recibió el nombre de ciudad incontrastable en marzo de 1822. Incontrastable tiene varias acepciones: . Honraron esa otra acepción también. En Huancayo hay flores, no floro.

La insólita declaración del premier sobre Hitler pasó a segundo plano declaraciones bien fuertes. En pleno coliseo Wanka, . Jacqueline Carrión, dirigenta de Tarma, . Edelburga Aponte, campesina de 72 años participante de la protesta, le ha dicho al . Y hay más testimonios en la misma línea.

Las protestas en diversas partes han aumentado y van a seguir. El precio de varios alimentos va a seguir alto por muchos meses. Exonerar del ISC e IGV no necesariamente se traslada al consumidor final. Vamos a tener gente molesta para rato. Por eso se recurre a la narrativa del monopolio. Además del malestar general, hay conflictos específicos mal manejados por el gobierno desde el primer gabinete. Y ha dado muestras de estar dispuesto a ceder todo, como recientemente con los colectiveros. Todo grupo que quiera obtener algo del gobierno va a protestar. El que protesta primero tiene más chance que el que llega tarde. Protestas con toma de carreteras conllevan pérdidas económicas, mercadería que se pudre, precios más altos. La sensación de desgobierno debilitará aún más la imagen del presidente y el gobierno. Perú Libre y los aliados del gobierno ya han metido el tema de asamblea constituyente a las protestas.

En el camino, ya se ha cedido con minería informal, erradicación de cultivos de coca, colectiveros informales, por ejemplo. En algunos casos, en componenda con el Congreso o sin que este haga nada para impedirlo. Se ha ganado a pulso una impopularidad aún mayor que la del gobierno.

El gobierno ha cruzado un umbral esta semana muy difícil de revertir. La opción de renuncia no va a ocurrir. Las acciones y omisiones del presidente muestran que su prioridad es evitar la vacancia a cualquier costo, ¿por qué renunciaría? Solo podría ocurrir si algo lo pone en una situación de vacancia inminente y logra asilo en algún país que se lo dé. Si la vicepresidenta asume, la calle va a seguir caliente. En ese escenario, la Constitución no obliga a elecciones, por lo cual sería más fácil obtener los votos necesarios del Congreso. Si la sucesión llega hasta la presidencia del Congreso, es obligatorio convocar a elecciones y la interpretación de que solo son elecciones presidenciales en vez de generales encendería un “que se vayan todos” mayúsculo. Cualquier opción en todo el espectro desde “no pasa nada” a “pasa de todo” implica un reto de gobernabilidad mayor, que requiere consensos y esfuerzos donde todos tienen que ceder, para lo cual se necesita sentir esa urgencia. Las decisiones en el Congreso no se toman en función de una visión de país, sino por conciliábulos y negociaciones menudas, porque no tenemos partidos en serio. El Acuerdo Nacional rara vez ha funcionado para lograr consensos que permitan acciones concretas, pero es lo que hay y habrá que sacarle el jugo. Pero va a tomar un tiempo que nos va a costar a todos noches de insomnio. Paciencia y buen humor, decía mi papá frente a los peores retos.