En la fecha que recientemente concluyó, Bryan Reyna de Alianza Lima se enfrasca en una pelea con un jugador de Binacional, en un grosero dame que te doy, donde cae tontamente en una expulsión. Por este mismo partido, Christian Cueva pisa de mala forma a un jugador rival y el árbitro que está cerca no reacciona, el VAR menos: Soy el VAR, pero no sé nada. Queda por conjeturar que no se le expulsa porque es Cueva. Debió salir expulsado no solo Reyna, sino, también Cueva.

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Recordamos que, en la jornada anterior, Edison Flores de la ‘U’, a pocos minutos de concluir el cotejo ante Garcilaso en el Monumental, donde no pudieron ganar, comete una alevosa falta propinando un puntapié por detrás a un jugador contrario. Expulsión clarísima. En la misma fecha, a Yoshimar Yotún, jugador de Cristal y de selección, el juez y el VAR pareciera que no lo quisieron echar, a pesar de cometer una malintencionada falta contra un jugador de Municipal.

Lo cierto es que, con VAR o sin él, siguen equivocándose muchas veces a favor de los equipos llamados grandes. En el caso de las agresiones: ¿no sería mejor actuar de oficio y sancionar al infractor, cuando se den cuenta del grosero error? Con esto, quizá la FPF y la CONAR den un paso adelante para ser más imparciales. No solo hay que ser honestos, sino también parecerlo.

Asimismo, deja mucho que desear, que, en la última fecha, el VAR haya dejado de funcionar en dos partidos; propiciando que clubes como Melgar, denuncien en un comunicado que, en su encuentro frente a Huancayo, no haya habido VAR desde el minuto 21 hasta el final del primer tiempo (quejándose además de un penal no cobrado por falta de VAR). Pero esto no termina allí, Cienciano, de igual forma, condenó la ausencia del VAR durante más de la mitad de su choque ante Mannucci. La pregunta es: ¿estamos avanzando con esa tecnología? Porque hasta parece que ciertos jugadores de selección han caído en la idea de que aquí son intocables porque el VAR es ciego; pero cuidado, en las Eliminatorias, que ya están a la vuelta de la esquina, la historia puede ser muy diferente. El fútbol peruano necesita un buen VAR, que no termine siendo un BAR.