[OPINIÓN] Jaime Bedoya: Luis Miguel y sus dobles. (Midjourney/Perú21)
[OPINIÓN] Jaime Bedoya: Luis Miguel y sus dobles. (Midjourney/Perú21)

La misma fuente que comunicó al mundo la muerte de José Luis Perales ha confirmado lo que hasta ahora solo era una sospecha argentina: Luis Miguel no está de gira. Luis Miguel está reposando en una mansión en Acapulco pesando 130 kilos, ingiriendo tacos fritos y bebidas carbonatadas de desayuno. Quienes están de gira son dobles suyos, no relacionados entre sí.

Estos están perfectamente entrenados en las artes canoras y movimientos escénicos del cantante mexicano. Han recibido un adiestramiento inmersivo en las artes del susodicho desde que se hiciera famoso como dientudo niño cantor de peinado honguito que entonaba “1+1=Dos Enamorados”.

Las suspicacias provinieron de videos amateurs grabados por asistentes a sus conciertos, impresionados por el drástico cambio físico del divo. Escaso de carnes y disminuido en su estructura músculo-esquelética, su voz única estaba presente, pero no así su humanidad. Por su semblante cadavérico, algunos describían la situación como la de un tuberculoso haciendo fonomímica. Espectáculo que, si bien apuntaba al optimismo, encerraba un elemento de morbo parecido al juego de boliche utilizando enanos en vez de las bolas reglamentarias.

La arrolladora prensa de espectáculos argentina, que se dedica a eso tanto como al deporte o a la política o al asado, porque el argentino habla de lo que le dé la gana, inmediatamente activó las indagaciones. Un conocido periodista aseveró que se había detectado el ingreso al país, previamente a la llegada del mexicano, de dos dobles que habían sido aislados de la mirada pública. Uno de ellos, el más apto psicológicamente y dotado con mejor aliento, fue el que habría salido a escena en el Movistar Arena de Buenos Aires para hacerse pasar por Luis Miguel. Esta era el Operativo LM.

El club de fans “Las Incondicionales” hizo público su repudio a esas versiones que hablaban de dobles, replicando que en todo caso lo veían doblemente hermoso. Por su parte, el club “Tengo todo excepto a ti” se manifestó que no iba a rebajarse a responder por un motivo puntual y este era que El Sol nunca ve la sombra.

Mientras se daba este intercambio, se preparaba una denuncia por estafa contra la empresa que presuntamente había contratado al falso Luis Miguel que salió a escena. A la vez se ampliaba la gira, incluyendo el Perú: aproximadamente 45 conciertos en cuatro meses. Aun recorriendo a la ayuda de dobles el esfuerzo se presenta digno de Red Bull intravenoso.

Encontrarse con el propio doble es augurio de muerte. Le sucedió a Percy Shelley y a Abraham Lincoln. Otra cosa es toparse con un sosia, que es solo alguien con un parecido físico desmedido pero accidental. Le sucede al emolientero chiclayano Percy Goicochea, ciudadano que parece gemelo del expresidente encarcelado Pedro Castillo. Esta similitud con un funcionario procesado, Perú generoso, revierte a favor de su negocio. Pero el sosia no trasciende lo epidérmico. El doble, en cambio, supone un desdoblamiento profundo y enrevesado.

Hace un tiempo sucedió un extraño incidente en un restaurante madrileño. La actual pareja de Luis Miguel, la señora Paloma Cuevas, fue anteriormente esposa del torero Enrique Ponce. Ambos eran compadres, siendo cada uno padrino de un hijo del otro. Ponce se separó de su esposa, y Luis Miguel, o una de sus versiones, se emparejó con la ex de su amigo.

Luis Miguel llegó a este restaurante junto con Paloma y se encontraron con Ponce. El cantante se acercó a saludar al torero, pero este rechazó el saludo diciéndole: “No eres mi compadre, eres una porquería”. El cantante parecía querer explicarle que no había sido él, sino su doble el que se había enamorado de su mujer, tarea que ahora le tocaba por una cuestión de imagen, pero era evidente que el torero ya no reconocía a su compadre. Casi se van a las manos.

La explicación pedestre de este misterio es quirúrgica y dietética. El ídolo, súbdito de la imagen que sus seguidoras tienen de él, sacrifica su cuerpo para hacer eterna su esencia. Un Dorian Gray de la cirugía estética. La drástica y brutal pérdida de peso, veinte kilos menos dicen, ha evidenciado el trajín del bisturí por una cara que ya no es cara, sino un enjambre de suturas tensionadas entre cartílagos pundonorosos. Ahí sale a flote la calavera cantarina que llena estadios y genera suspiros de adultas contemporáneas a las que, por razón ignota, entre nosotros se les conoce como choclonas.

Un argentino, Jorge Luis Borges, relata haberse encontrado con su doble en la ciudad de Cambridge, Boston, en 1969. Luego de intercalar palabras y cotejos, entre los cuales aparece un mate de plata peruana que ambos recordaban, concluye que en realidad el doble lo había soñado a él.

Es algo que perfectamente podría sucederle a Luis Miguel. Una de las noches de esta gira llegará al hotel y encontrará a Luis Miguel durmiendo en su cama.

TAGS RELACIONADOS