Tenemos que aprender a convivir con este virus, tomar las precauciones necesarias y tener en cuenta la experiencia internacional, señala el columnista. (Foto: Britanie Arroyo / @photo.gec)
Tenemos que aprender a convivir con este virus, tomar las precauciones necesarias y tener en cuenta la experiencia internacional, señala el columnista. (Foto: Britanie Arroyo / @photo.gec)

Esta semana fue publicada la Resolución Ministerial 368-2021- MINEDU que aprueba el Plan de Emergencia Nacional del Sistema Educativo Privado. Ya se han dado las primeras reacciones al mismo: preocupación por la meta establecida a junio de 2022: 50% de servicios y programas de educación básica en modalidad semipresencial y presencial. Han sido tan grandes los impactos en aprendizajes y en la salud mental de los niños, niñas y jóvenes debido al cierre de las escuelas, que se hace necesario ajustar esa meta.

Sabemos que el reto es grande y demanda un presupuesto importante, pero si debemos definir una prioridad de esta gestión, es el retorno a las aulas del 100% de estudiantes a nivel nacional a marzo del 2022. El cierre de las escuelas está produciendo un daño académico enorme y como lo he mencionado en columnas anteriores, el daño emocional es aún mayor.

¿Entonces por qué establecer una meta como esta? Los procesos de vacunación siguen adelante, ya estamos vacunando a los mayores de 25 años; seguro muy pronto las autoridades mundiales de salud darán pase a las vacunas para los niños menores de 12 años; la vacunación para los maestros ya se ha iniciado hace unas semanas y hemos tenido cerradas las escuelas dos años, tiempo suficiente para haber realizado todas las adecuaciones necesarias para cumplir con los protocolos sanitarios.

Tenemos que aprender a convivir con este virus, tomar las precauciones necesarias y tener en cuenta la experiencia internacional nos demuestra que los colegios no incrementan los contagios y, por último, hoy los niños pueden ir al cine, a los parques, a los estadios, a los centros comerciales, pero no a los colegios.

Espero que las autoridades de educación revisen esta meta, tenemos que recuperar el tiempo perdido, públicos y privados debemos compartir esta meta y cooperar mutuamente porque no podemos hipotecar el futuro del país.