"Los peruanos debemos ser proactivos contra expertos espías comunistas mimetizados de diplomáticos", advierte el columnista. 'El Gallo' Zamora fue recibido por el ministro del Interior, Willy Huerta.
"Los peruanos debemos ser proactivos contra expertos espías comunistas mimetizados de diplomáticos", advierte el columnista. 'El Gallo' Zamora fue recibido por el ministro del Interior, Willy Huerta.

Los desatinos del ministro del Interior, Willy Huertas, no tienen cuándo parar. Su aparición esta semana en Twitter posando con el embajador de Cuba, Carlos Rafael Zamora, conocido como el ‘Gallo Zamora’, resulta, por decir lo menos, desafiante, inoportuna y peligrosa. Como sabemos, el ‘Gallo’ tiene un historial de espionaje y operaciones encubiertas a favor del comunismo en Sudamérica, quien jamás da “puntada sin hilo”. ¿No sabía el ministro? Es un desastre entonces.

“El ministro Huerta y el embajador de Cuba se reunieron... para intercambiar estrategias en favor de la seguridad ciudadana, entre otros temas de interés para ambas naciones”, dice el mensaje tuitero. Para los peruanos, nada tiene que enseñarnos el ‘Gallo’ Zamora en materia de seguridad. En Cuba, la ausencia de libertad económica y política son los principales causantes del incremento de la criminalidad.

La oscura trayectoria de Zamora en “operaciones de extradición”, como la realizada con Evo Morales, a quien ayudó a trasladar hacia México, lo vuelven sujeto de cuidado. Es experto en interactuar con servicios de inteligencia de otros países, conformar o controlar “policías políticas” y promover organismos de fachada como “misiones humanitarias” para trasladar agentes, información, dinero, y ¿por qué no?, armas. Es válido preguntarse entonces ¿querrá manejar prefectos y subprefectos?, ¿querrá “ayudar” a controlar a Harvey Colchado?, ¿Cerrón y Castillo esperan su turno para salir del país? Es posible. La pareja dinamita, Zamora y Maura, su también esposa-espía, lo deben saber.

El ministro puede tomarse fotos con quien desee; sin embargo, hacerlo bajo las circunstancias políticas de hoy llama a suspicacias. Sus asesores, en vez de andar explicando lo inexplicable y tratar de desacreditar al “mensajero” por medio de adulones profesionales, insultando la inteligencia de quienes tenemos muchos años bregando contra el comunismo, deberían usar estrategias más inteligentes para evitar que su disperso ministro vaya de tumbo en tumbo. Mejor hagan que renuncie de una vez por todas y váyanse ustedes también.

Los peruanos debemos ser proactivos contra expertos espías comunistas mimetizados de diplomáticos. Protejamos nuestra inteligencia, la que aún está apegada a la Ley y a los intereses nacionales. Asimismo, tenemos la férrea esperanza de que el “gallo” volará a su verdadero corral, a los cuarteles de los hermanos Castro y Canel, y que el pueblo cubano se liberará pronto de estos “buitres” que tanto daño le hacen a la vida, la paz, la libertad y la democracia en Sudamérica… ¡Sí se puede!