La semana pasada se clausuró la legislatura, pero no la búsqueda de votos y alianzas.
La semana pasada se clausuró la legislatura, pero no la búsqueda de votos y alianzas.

El Congreso afronta la conformación de su tercera Mesa Directiva. Las movidas al interior de las bancadas todavía no aparecen tan claras, pero es innegable que el bloque de derecha, que hasta ahora ha logrado controlar el Congreso, esta vez la tendrá difícil.

La izquierda busca alianzas con las bancadas más pequeñas, pero decisivas a la hora de los votos. Los ‘Niños’ de Acción Popular también juegan su partido y saben que pueden ser el fiel de la balanza a la hora de la decisión final. Alianza para el Progreso, que llena espacios más por conveniencia que por convicción, parece mirar expectante para dónde encaminar sus pasos. En una elección muy polarizada, y si son solo dos los candidatos, sus votos pueden valer como cancha.

Perú Libre también tiene su juego propio. Son 15 votos nada desdeñables. No ocultan su acercamiento a Fuerza Popular. Pese a sus discrepancias políticas, los une su conservadurismo, y ambas agrupaciones tienen experiencia de negociar con Dios y con el diablo. Los cerronistas buscan llegar a una Mesa Directiva que les es esquiva hasta ahora, así que, para ellos, más importante que los aliados, es la alianza que les sume más votos, sea con la derecha o con la izquierda.

La derecha ultra parece una vez más caminar al suicidio político. El congresista Jorge Montaoya ya dijo que presentarán una lista a la que otros deben sumarse. Falta saber si Avanza País los acompañará rumbo al desfiladero.

La semana pasada se clausuró la legislatura, pero no la búsqueda de votos y alianzas. Se habla incluso de la formación de nuevas bancadas, y de arrestos de sectores castillistas para impulsar una Mesa Directiva que promueva la vacancia de la presidenta Dina Boluarte. Se ha explorado esa posibilidad, pero parece no haber tenido mucha acogida entre los legisladores. Nadie quiere irse antes de 2026.