[OPINIÓN] Rafael Belaunde Llosa: “En busca del tiempo perdido”.
[OPINIÓN] Rafael Belaunde Llosa: “En busca del tiempo perdido”.

Son muchos años de pobre desempeño económico, de constante contracción de la inversión privada, de ralentización (primero) y retroceso (ahora) del crecimiento y empleo, de aumento de la pobreza. Entonces, porque no podemos soportar más tiempo perdido, es imperativo que la presidenta no pierda más el tiempo.

Ello parte por tener una evaluación integral y realista de lo que el gobierno puede hacer, cronológica, económica y políticamente. Desde el punto de vista cronológico, a Boluarte le quedan tres años de gobierno (asumiendo que no corra la misma suerte de PPK, Vizcarra, Merino o Castillo); sin embargo, su posición política es muy precaria, dada su enorme impopularidad, carencia de bancada parlamentaria propia y al hecho de que se sostiene en el poder por una momentánea y —acaso— efímera confluencia de intereses con una cuestionada y —no menos— impopular mayoría congresal.

Desde el punto de vista económico, el panorama se deteriora mes a mes, cae la inversión privada, cae el crecimiento y caen los ingresos fiscales. El déficit no se reduce (incumpliendo año a año el límite de ley) y la deuda pública sigue muy por encima del nivel prepandemia.

En el mensaje de 28 de julio, Boluarte nos entregó una extensa “lista de lavandería” con infinidad de obras, proyectos y promociones, calculado en decenas de miles de millones de soles, algo imposible de creer primero, de financiar después y, por último, de ejecutar, teniendo en cuenta el calamitoso ritmo de ejecución de la inversión pública, que, en el mejor de los casos, será del 70% del presupuesto disponible este 2023.

Por lo tanto, en vez de enfocarse en lo que no tiene —tiempo, capital político o plata para hacer—, Boluarte debería priorizar aquellas cosas que sí puede hacer y que, si bien no son lo rimbombante de su listado de Fiestas Patrias, son fundamentales para mejorar la economía y calidad de vida de los peruanos. Primero, respecto a la seguridad ciudadana, se asignen recursos para la integración tecnológica de las comisarías, mejorando equipos e infraestructura. De igual modo, es urgente que se desarrollen políticas de prevención del delito.

Desde el punto de vista de la inversión pública, es vital priorizar el destrabe de proyectos paralizados, sobre todo en el sector salud y educación, así como avanzar en las labores para hacer frente al fenómeno de El Niño.

En el ámbito privado, se debe mejorar el clima para la inversión, simplificando procedimientos, reduciendo plazos, asumiendo un liderazgo claro en la promoción y seguridad de la inversión privada y fomentando la formalización de la economía, a través de la ampliación de la base tributaria y no exprimiendo más a los mismos de siempre.

Finalmente, se deben dar absolutas seguridades para garantizar una transparente, rigurosa e independiente investigación respecto a las responsabilidades sobre las víctimas mortales acontecidas durante la asonada que vivió el país tras el golpe de Estado de Castillo.

Porque las necesidades apremian y la patria lo demanda, no perdamos más el tiempo.