Foto: Andina/Archivo.
Foto: Andina/Archivo.

Me han preguntado y he escuchado en reiterados debates que demuestre un solo gobierno de izquierda que haya tenido éxito. Sé que lo hacen para descalificar y supuestamente mostrar que seguimos una ideología fracasada. En sentido estricto, primero tendríamos que definir qué se entiende por gobierno de éxito, porque si de gobiernos contemporáneos se trata, hay de todo y sobre los resultados hay de cal y arena.Así que mi respuesta inmediata es la de Salvador Allende en Chile, el primer gobierno socialista elegido democráticamente, por voluntad popular y que sufrió la intromisión grosera del poder mundial, liderado por EE.UU., para sabotear y después derrocar el gobierno de la Unidad Popular.

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Para empezar, Allende fue un presidente honesto e íntegro, que llegó a conducir su país de manera legal, ganando unas elecciones limpiamente; demostrando en aquella época que el poder no solo deviene del fusil, como justificaron muchos movimientos guerrilleros de la época que se aventuraron en acciones violentas, que sembraron dolor y sufrimiento a los pueblos de Latinoamérica.

Una de las principales críticas a su gobierno fue a su modelo económico socialista, basado en una economía planificada y controlada desde el Estado, como principal estrategia para controlar los medios de producción, promoviendo la estatización. Recordemos el contexto de la época, vivíamos el modelo de sustitución de las importaciones, que estimulaba en toda la región la nacionalización y una supuesta soberanía sobre los medios productivos.

Hoy es inviable ese modelo, pero viendo en perspectiva histórica, es complicado inferir qué habría sucedido —CODELCO fue creado por Allende—. Si no se hubiera saboteado la economía del país desde el primer día de gobierno, como una estrategia desde la CIA para colapsar la economía chilena y con ello movilizar a la ciudadanía en contra del gobierno; todo financiado por EE.UU., como lo describen documentos de inteligencia desclasificados que involucran directamente a Kissinger y Nixon en esta conspiración y patraña del golpe de Estado, que después terminó en tragedia con los miles de desaparecidos, torturados y asesinados por la dictadura criminal de Pinochet en 15 años.

La realidad es que, a pesar de los años, Allende vive y ya es un personaje mundial, muy recordado, y ahora a los 50 años de su asesinato todavía retumban sus palabras en el mundo, de aquellas grandes alamedas, por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.


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