El entonces presidente Martín Vizcarra, junto al viceministro de Transportes, Carlos Estremadoyro, en una inspección de obra. (Foto: MTC)
El entonces presidente Martín Vizcarra, junto al viceministro de Transportes, Carlos Estremadoyro, en una inspección de obra. (Foto: MTC)

Nuevamente, la policía anticorrupción que lidera el coronel Colchado, en coordinación con la Fiscalía que lidera Marita Barreto, ejecutó una orden judicial de allanamiento y captura a otra organización criminal que se habría enquistado en Provías y el MTC durante el gobierno de Martín Vizcarra; y las habría copado con sus operadores de corrupción para direccionar las licitaciones millonarias que se ejecutan desde el Estado que, por cierto, se han vuelto el botín codiciado de los gobiernos de turno.

Están involucrados en el organigrama de la presunta organización criminal Los Intocables de la Corrupción, gente de absoluta confianza de Vizcarra como Edmer Trujillo, que lo acompaña desde el Gobierno Regional de Moquegua y que también es coimputado en procesos de corrupción en aquella gestión; además de Carlos Estremadoyro Mory y Carlos Revilla, director ejecutivo de Provías Descentralizado, entre otros personajes siniestros que estuvieron bien ubicados en el gobierno vizcarrista.

Ahora sale Vizcarra con el cuento de que la colaboradora eficaz es Karen Roca, la otrora secretaria de Palacio y mujer de confianza de su entorno, que supuestamente está echando barro con ventilador. Este tipo de justificaciones son infantiles y hasta risibles, y las utilizan permanentemente los corruptos y sinvergüenzas que repiten la misma retahíla de pretextos para negar su responsabilidad en los ilícitos que han cometido.

Primero, habría que recordarle a Vizcarra que nadie en su sano juicio va a aceptar haber cometido un ilícito penal y después acogerse a la colaboración eficaz, porque significa que explícitamente es un delincuente y para aminorar su pena, decide colaborar con la justicia y entregar información valiosa y con pruebas de los delitos que se habrían cometido, delatando a toda la organización criminal.

Lo segundo es que nuevamente alguien de su entorno íntimo lo incrimina en los mismos delitos de corrupción, si no recordemos al exministro José Manuel Hernández que delató todos los sobornos en el GORE Moquegua para también direccionar obras de licitación. A esto se llama reincidencia y los que lo hacen son los delincuentes ranqueados; Vizcarra es otra decepción más de esta clase política corrupta que él tanto criticaba.

Es oportuno aclarar a algunos afiebrados detractores que la corrupción se enfrenta venga de donde venga, y que no hay complacencia con los corruptos y es fácil darse cuenta a quiénes enfrentamos, porque hay corruptos de derecha, de izquierda y hasta de centro.

Perú21 ePaper,  y pruébalo gratis.

VIDEO RECOMENDADO

Samuel Rotta