[OPINIÓN] Richard Arce: “Tremendo papelón del Perú”

Cuando por imposición de tres magistrados del Tribunal Constitucional se decidió desacatar las resoluciones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) respecto al indulto de Alberto Fujimori, se alertó de las implicancias que tendría este desacato y se evidenciaron las irregularidades que se dieron para que se le otorgue la libertad a Fujimori; parecía que nadie quería escucharlas y solo importaba la libertad del sátrapa.

La realidad es que se ejecutó la liberación de Fujimori con la connivencia del Ejecutivo, que ni siquiera se dio el trabajo de cuestionar la decisión de solo tres miembros del TC; más aún teniendo argumentos como la evidencia de posición de parte que asumieron los tribunos antes de emitir su fallo, y que, además, la decisión se dio sin siquiera tener una sesión plenaria del TC para pronunciarse en contra de lo establecido por la Corte IDH. Boluarte tenía suficientes argumentos para exigirles aclarar su resolución en concordancia con las resoluciones y las alertas que había emitido la Corte y sobre el llamado de atención que hacía la Comisión desde Nueva York, pero hicieron oídos sordos.

Creo que estas posiciones oportunistas se dieron adrede, buscando contraponer al TC y la decisión explicita de la Corte IDH, para con ello seguir con la campaña de desprestigio a la adhesión al Sistema Interamericano de Derechos Humanos que tiene el Perú; porque la extrema derecha e izquierda, sumadas a los sectores conservadores, buscan afanosamente la salida del Perú del Pacto de San José.

Lo paradójico es que justamente estos sectores son los principales críticos y hasta insultan a los regímenes totalitarios de Venezuela, Nicaragua y Cuba, y ahora quieren que el Perú esté igual que esos países de los que tanto despotrican y buscan que nuestro país sea otro paria internacional. El pronunciamiento de ayer de la Corte IDH, que considera que hemos incurrido en desacato de sus resoluciones y que habríamos incurrido en violación abierta a la Convención Americana sobre los DD.HH., nos expone y ahora tendremos que asumir las consecuencias nefastas que desprestigian al país en plena crisis económica.

Ahora entenderán las pretensiones insanas que vienen impulsando desde el Congreso, con mociones que buscan cuestionar este tratado con argumentos absurdos aduciendo que las decisiones y competencias de la Corte IDH atentan contra nuestra soberanía. En palabras sencillas, quieren que el Perú sea un paria y que estemos al nivel de Nicaragua y Venezuela.

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