"La estadística que se maneja en la actualidad grafica de manera clara el tamaño del reto. Según la Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial, solo el 10% de la fuerza laboral en construcción es femenina y en Perú esta cifra es aún más baja, con un 8.2%, según el INEI".
"La estadística que se maneja en la actualidad grafica de manera clara el tamaño del reto. Según la Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial, solo el 10% de la fuerza laboral en construcción es femenina y en Perú esta cifra es aún más baja, con un 8.2%, según el INEI".

Las industrias de la y la , sectores fundamentales en la economía global, experimentan un desafío que va más allá de la excavación de tierras y la edificación de estructuras. Se trata de la necesidad imperante de integrar la diversidad y promover la inclusión en sus campos de trabajo. Una exigencia cada vez más demandada que conlleva progresos a la sociedad y que, además, se traduce en beneficios para las empresas que la incorporan.

La estadística que se maneja en la actualidad grafica de manera clara el tamaño del reto. Según la Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial, solo el 10% de la fuerza laboral en construcción es femenina y en Perú esta cifra es aún más baja, con un 8.2%, según el INEI. En la industria minera, es similar, con una participación de mujeres que está entre 11% y 6% en Perú, según la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía.

Más allá de las cifras, debemos comprender por qué esta transformación es beneficiosa para las compañías, además de contribuir a un cambio cultural positivo. Un ejemplo contundente lo ofrece la consultora McKinsey, que señala que las firmas con mayor multiculturalidad aumentan sus probabilidades de obtener una rentabilidad superior en un 36%.

Cuando una organización adopta la diversidad en su contratación, aprovecha una amplia gama de perspectivas y habilidades, que estimulan la innovación y la eficacia en la resolución de problemas. A su vez, eleva la satisfacción laboral y la retención de talento. Estas acciones también refuerzan las relaciones con los clientes y mejoran la imagen corporativa, proporcionando a las empresas una ventaja competitiva.

En ese sentido, Komatsu-Mitsui tiene la diversidad e inclusión como elementos fundamentales en la compañía. Por eso, trazamos un plan con metas ambiciosas hacia 2026 que se viene ejecutando con éxito. Al cierre de 2022, contamos con un 25% de mujeres en roles ejecutivos de liderazgo, además de mantener una presencia significativa del 19.3% de mujeres en soluciones para la minería y construcción.

Para generar progresos similares, y los beneficios mencionados, las compañías deben realizar un trabajo arduo, que contemple la implementación de políticas de contratación inclusivas, buscando activamente candidatos de diferentes géneros y experiencias. Además, se requieren programas de capacitación que fomenten conciencia sobre la amplitud de perspectivas y promuevan un ambiente integrador.

Para lograr un cambio sólido, es esencial contar con medición constante que evalúe el progreso, así como con líderes comprometidos que respalden el mensaje, y colaboraciones con otras organizaciones.

Abrazar la diversidad e inclusión no solo es una respuesta a las demandas sociales actuales; es una estrategia empresarial inteligente. La elección es clara: evolucionar y contribuir a una sociedad más inclusiva o quedarse atrás en un mundo que demanda el cambio.

VIDEO RECOMENDADO

Rómulo Mucho tras rechazo de moción de censura

TAGS RELACIONADOS