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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Gianfranco Castagnola,Al.Mercadogcastagnola@peru21.com

Quienes creemos que el Estado (el peruano, al menos) no es buen administrador y que siempre habrá mejores instrumentos que una empresa pública para cumplir los objetivos que se trace, preferiríamos que Petroperú se privatice. Dado que ahora eso es un imposible político, la idea de abrir su accionariado al mercado, como ha anunciado el Gobierno, suena bien. Pero, por la forma como se está haciendo, no hay buen pronóstico. Primero, porque la venta de 2% al año por cuatro años (8% en total) resulta insignificante. Segundo, porque para someter a una empresa estatal a la disciplina del mercado, antes debe presentarse un plan de negocios que haga sentido, que incluya la reforma de su gobierno corporativo. ¿Alguien invertiría en una empresa cuyo directorio es nombrado por funcionarios públicos, donde priman favores y criterios políticos? Si queremos imitar las buenas experiencias colombianas (ISA, por ejemplo), hay que hacerlo bien. No es difícil, es cuestión de voluntad.