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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Ariel Segal,Opina.21Arielsegal@hotmail.com

Ella es poderosa y ejerce su influencia sobre su marido y, a veces, incluso, más que él.

Se trata de las mujeres de los gobernantes, pero no es usual que sobresalgan sobre la labor de sus maridos desde que se estableció la figura de la primera dama. Quien inauguró el cargo fue Martha de Washington. Sin embargo, hay casos en los que primeras damas gozaron de gran poder: Eleanor Roosevelt –cuyo marido gobernó de 1932 a 1945–, quien fue una prominente mensajera de la política intervencionista de la economía de Estados Unidos ("New Deal"), luego de la Gran Depresión de 1929, e incluso, se opuso públicamente a un decreto para conducir a unos 110 mil japoneses a campos de internamiento durante la Segunda Guerra Mundial. En Argentina se destacó Eva Perón, entre 1946 y 1952, elevada por muchos a la categoría de 'santa'; mientras que en China, Jian Qing, cuarta esposa de Mao Zedong, en 1949 fue ministra de cultura, y en 1966 promovió 'La Revolución Cultural', cuyo objetivo fue el de fomentar el culto a la personalidad de Mao (Jian lideró a la Banda de los Cuatro, arrestados y declarados culpables de crímenes en 1976).

¡Cómo no mencionar a Imelda Marcos, primera dama de Filipinas durante los 21 años del gobierno de Ferdinand Marcos (1965-1986), quien ejerció varios cargos de ministra! De Imelda –además de su colección de más de mil zapatos y el envío de matones al hotel en donde se alojaron los Beatles porque consideró un desaire que rechazaran una invitación a visitarla al palacio en 1966– se recuerda su poderoso rol en lo que los filipinos denominaron una "dictadura conyugal", muy corrupta y represiva.

Más inocuo y divertido es Francia, en donde un presidente (Sarkozy) se divorcia y se casa con una modelo, Carla Bruni, y su sucesor, Hollande, es divorciado de la pasada candidata presidencial de su partido, Ségolène Royal, causando problemas de poder entre ambos, más propios de la farándula que de la política.