(Foto: GEC)
(Foto: GEC)

Es escandalosa la hipocresía de un sector de la izquierda, que ha pretendido cuestionar la condecoración que recibió la congresista Isabel Cortez, ‘Chabelita’, porque están demostrando que las banderas que enarbolan están condicionados a sus intereses de grupo.

Por cierto, el acoso político está legislado por la Ley 31155 del Congreso, que previene y sanciona el acoso contra las mujeres en la vida política, curiosamente firmado por Mirtha Vásquez, que ha expresado una crítica rabiosa contra ‘Chabelita’, al igual que Verónika Mendoza y Rocío Silva, entre otras.

El acoso político contra las mujeres en la vida política se define en el artículo 3.° de esta ley, describiendo a cualquier conducta que se ejerce contra una o varias mujeres por su condición de tal, realizada por persona natural o jurídica, en forma individual o grupal, de manera directa, a través de terceros, o haciendo uso de cualquier medio de comunicación o redes sociales y que tenga por objeto menoscabar, discriminar, anular, impedir, limitar, obstaculizar o restringir el reconocimiento, goce o ejercicio de sus derechos políticos.

‘Chabelita’ ya declaró en varios medios de comunicación que participó como dirigente del sindicato de trabajadores de limpieza y fue acreditada para que se le dé este reconocimiento; además la actividad protocolar ya es una tradición en el Día del Trabajo, donde el presidente de turno otorga la medalla y diploma correspondiente.

Ahora que estos amplios sectores de la izquierda farisea pretendan descargar todas sus frustraciones por el abrazo efusivo con la presidenta Boluarte y empiecen a cuestionarla y llegar hasta el insulto por redes sociales, configura el acoso político, atropellando el derecho que tiene ella como representante sindical y en su condición de mujer.

Ya se olvidaron de la campaña electoral, donde la presentaban como un ícono de las luchas sociales y la encumbraron para ser elegida congresista y ahora se rasgan sus vestiduras, mostrando la hipocresía de una izquierda infantil, que se olvidó que una de las principales banderas de lucha es la participación de las mujeres en espacios de poder.

Apechuguen y asuman su responsabilidad, camaradas.