(USI)
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Las creencias erróneas sobre aspectos básicos de la salud de los niños son muchas, y serán tratadas próximamente. En esta ocasión, se ofrece información concreta sobre algunos aspectos importantes que muchos padres de familia desconocen.

1) Las infecciones gripales (IRA-Infección respiratoria aguda). Según la OMS, la frecuencia anual de esta afección varía con la edad: 1 a 2 veces en el primer año; 4 a 5 en la edad escolar primaria; 2 a 3 en la adolescencia; y entre 1 y 2 en la adultez. Hay más de 200 tipos de virus causantes de IRA que desencadenan cuadros muy variados en intensidad, síntomas y duración.

La mayoría de IRA dura entre 5 y 10 días, pero hay virus que pueden hacer que esta afección dure hasta tres semanas. Si la frecuencia y/o la duración son significativamente mayores, se debe considerar una alergia respiratoria. La medicación para las IRA solo alivia síntomas. Ni las previene ni las acorta. No requieren antibióticos, a menos que se detecte una infección bacteriana.

2) El recién nacido tiene manifestaciones normales que preocupan a los padres que no han sido informados al respecto, tales como ruidos nasales por las fosas estrechas a esa edad, hipo, regurgitaciones, ruidos intestinales muy audibles, pujos y eliminación de gases. El color de la deposición varía según la leche que toma y el color verde no significa infección.

3) Estadísticas internacionales indican que la displasia congénita de cadera se da en 3% a 5% de niños normales y que debe ser detectada antes de los cuatro meses. En nuestro medio, se diagnostica un número bastante mayor; la razón está en estudio.

4) La mayoría de niños normales y sanos, entre los 2 y 6 años, tiene “inapetencia fisiológica”, siendo muy vitales y activos, lo que demuestra su normalidad. La razón es porque la velocidad de crecimiento ha disminuido, y como en esta etapa se reabsorbe la grasa corporal, se hacen notorios los huesos de ciertas partes, como la columna vertebral y el tórax, y los padres consideran que ha adelgazado. Lo importante es que el pediatra compruebe que su curva de crecimiento y la relación peso/talla sea la adecuada. Se debe educar a la familia para que no fuerce al niño a comer, porque puede causar rechazo y vómito psicógeno. Es mejor que sirva porciones pequeñas y que se adapte a las “preferencias” del pequeño, manteniendo una dieta balanceada entre proteínas, grasas, vegetales y frutas. Es más importante la “calidad” que la “cantidad”, y evitar dar dulces antes de los alimentos.

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