El tema de hoy: Los tres frentes de Keiko. (GeraldoCaso/Perú21)
El tema de hoy: Los tres frentes de Keiko. (GeraldoCaso/Perú21)

Redacción PERÚ21

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La cuestionada liberación de Alberto Fujimori le ha abierto a Keiko un nuevo escenario, además de los dos que ya venía enfrentando a duras penas, como el resquebrajamiento de su partido y las investigaciones fiscales por lavado de activos.

Superar este último frente no depende necesariamente de ella. Por más que alegue inocencia, si la Fiscalía logra confirmar con evidencias las hipótesis que maneja sobre el financiamiento de sus dos últimas campañas electorales, el panorama que se le presenta será oscuro.

El fiscal José Pérez tiene en sus manos tres investigaciones contra Keiko que pueden terminar en acusaciones al término de las mismas. La presunta entrega de dinero a la ex candidata presidencial tras hallarse en el celular de Odebrecht: “Aumentar Keiko a 500 e eu fazer visita” (en este caso ya está la versión del dueño de la constructora y faltaría, si fuese así, que Barata confirme el hecho y el modus operandi), los aportantes fantasmas, que ya está casi demostrado que sí los hubo y, por último, el caso cocteles, con los cuales se justificaron importantes sumas de dinero. Un cuarto caso, que lo tiene otro fiscal, también podría afectar a la hija del ex mandatario. Se trata de la investigación seguida a su ex secretario general Joaquín Ramírez por lavado de activos.

Sobre los primeros dos frentes, Keiko podría intentar hacer algo para superarlos siempre que cambie la estrategia del avestruz esperando que las soluciones se decanten por la fuerza de su mayoría parlamentaria.

Más allá de la alegría de tener a su padre libre, con Alberto Fujimori suelto en plaza cualquier cosa podría pasar para el futuro político de su hija, porque aunque los keikistas lo ninguneen, para la mayoría de sus militantes este movimiento le debe su existencia y vigencia al líder histórico.

Y respecto al hermano, en este primer tramo de la guerra logró arrinconarla a raíz del indulto y hacerse del apoyo de un sólido grupo de congresistas. Ya ganada su primera batalla, va por más y exige ahora cambios en Fuerza Popular. Un 2018 nada fácil para quien pensaba que podía controlar el país, sin haber ganado las elecciones, solo desde en un pupitre de Morochucos o a punta de tuits.