:quality(75)/arc-anglerfish-arc2-prod-elcomercio.s3.amazonaws.com/public/R7FUNGSX5VBAJIEQXTGC7V7ARM.jpg)
A diferencia de lo que vivimos en 2016 y 2017 debido a sendos eventos del fenómeno El Niño frente a nuestra costa; el verano de 2018 estará caracterizado por lo que ya sucede: un evento La Niña frente a nuestra costa.
El Niño es un océano más caliente que lo que corresponde a lo normal. La Niña, en tanto, es uno más frío.
El aire que respiramos y por ende la temperatura que observamos en Lima y la costa está condicionado por la temperatura del mar. Si estamos en El Niño, el mar agregará su exceso de calor al aire al estar ambos en contacto. En La Niña, le restará temperatura por estar más frío.
En términos generales, las noches serán frescas y a lo largo del verano las temperaturas estarán por debajo de lo habitual.
Sin embargo, en condiciones locales entre febrero y marzo, que ya lo hemos visto en anteriores eventos de La Niña, se pueden producir temporales calentamientos del mar muy pegados a la costa. Estos eventos producirán algo de lluvias en el norte (que habitualmente se presentan muy poco en La Niña) y días de singular calor en el resto de la costa. Inclusive, temporalmente por encima de lo habitual. Debemos llegar al clima de otoño en 2018 con más prisa que lo que sucedió en 2016 y 2017, ya que La Niña aún tendría, aunque menguante, algún efecto.
