La frontera que divide con es tan grande que si uno la recorre, puede verse sometido a climas de selva, sierra y del altiplano. Por ello, es la preferida por los contrabandistas para, utilizando vehículos todo terreno, eludir a la Policía e ingresar al país mercadería ilegal procedente de Paraguay y Bolivia.

Según Luis Angulo, vicepresidente del Comité de Lucha contra el Contrabando de la (SNI), en la frontera Puno-Bolivia hay unos 130 puntos de ingreso de productos ilegales que llevan hacia Cusco, Moquegua y Tacna, desde donde son enviados a los mercados informales de Lima, previa parada en Chincha y Nasca, los dos nuevos puntos de acopio detectados por la Policía.

“Los defraudadores saben que no pueden llegar a la capital trasladando su cargamento en camiones. Entonces, desde estas dos provincias de Ica, envían la mercancía usando la modalidad de hormiga. Es decir, reparten miles de cajas de cigarrillos, de licores y de ropa de segundo uso, entre otros, en autos menores y, así, burlan los controles de ingreso a Lima, entre ellos Pucusana”, refiere Luis Angulo a Perú21.

El funcionario agrega que el problema nace en Puno, donde solo hay cuatro puestos de aduana. “En el límite de esa región con Bolivia y en la frontera Iquique (Chile)-Tacna, se debería aplicar un control de unidades al 90% para saber cuánto peso trasladan. Los contrabandistas también transportan su mercancía ilegal camuflada en camionetas y autos”, dice el funcionario.

Acotó que, debido a la defraudación tributaria, el país pierde –al año– entre 160 y 200 millones de soles.

DATOS
-Los defraudadores son bandas organizadas que utilizan la frontera tripartita Bolivia-Chile-Perú para llevar sus productos de contrabando –o falsificados– a las grandes ciudades del país.

-La encomienda es otra forma detectada por la Policía para llevar carga ilegal.

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