Falsos colectiveros torturaban a víctimas en Ica para que entreguen sus claves bancarias [VIDEO]

Agentes del Departamento de Investigación Criminal (Depincri) y el Escuadrón Verde – Grupo Terna capturaron a cuatro presuntos integrantes de la banda de falsos colectiveros “Los Injertos de Parcona y Tinguiña”, quienes secuestraban al paso y torturaban a sus víctimas para que revelen sus claves de sus tarjetas bancarias, en Ica.

Los intervenidos son Josué Elías Delgado Mendívil (26) “Gordo Josué”, Alexander Jesús Anampa Hernández (34) “Alexito”, Joshep Brayan Nicolas Aizcorbe (26) “Joshep” y Jhoselyn Yuli Ramírez Ramos (27).

Durante el allanamiento en los inmuebles, la Policía halló pasamontañas, letreros de plástico de servicio colectivo, placas falsas y prendas policiales; así como una escopeta, municiones y réplicas de armas. También incautaron tres automóviles de placas M3O-073, A4D-183 y ANA-622; así como una motocicleta que eran empleados para la comisión de sus delitos.

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Según información policial, la banda operaba entre desde el año pasado bajo la modalidad del falso colectivo secuestrando al paso y robando a los pasajeros, a quienes los coaccionaban para vaciar sus tarjetas bancarias, luego eran abandonados en lugares desolados y amenazados para que no denuncien los robos.

Ante las constantes denuncias de asaltos y robos bajo la modalidad de falsos colectiveros en agravio de ciudadanos, los agentes del Escuadrón Verde y Grupo Terna ejecutaron el operativo policial “Victoria” contando con la participación de los agentes del Depincri.

Estos sujetos secuestraban al paso a sus víctimas llevándolos a inmuebles clandestinos con la finalidad amedrentarlos con golpes, les cubrían el rostro, amordazaban y torturaban psicológicamente entre una hora o cuatro horas para que digan las contraseñas de sus tarjetas bancarias.

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Una vez conseguidas las contraseñas, otros integrantes de la banda se dirigían a los cajeros automáticos para retirar dinero y hacían la transferencia bancarias vía aplicativos instalados en los equipos telefónicos de los agraviados.

Posteriormente, los facinerosos abandonaban en lugares desolados a sus víctimas.

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