La semana pasada, Panorama mostró, año a año, los gastos generados y a solicitud de los despachos congresales: alfombras, frigobares y otros caprichos; pero quedaron cortos. Ahora, los congresistas piden decenas de obsequios para regalar y que ellos se lleven los créditos. También, piden para autorregalarse.
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El congresista regalón Hamlet Echeverría es uno de ellos. Se excusa con su particular mantra: “el desconozco”.
Fiel a esa frase, Echeverría, de la bancada Cambio Democrático, es un insólito parlamentario que desconoció el golpe de estado de Castillo y votó contra de su vacancia. Es uno de los congresistas que pide que compren regalos usando la plata de todos los peruanos.
Los papeles dicen que el despacho de este congresista y amigo del golpista Castillo recibió 2418 soles en lapiceros personalizados y con logo.
No respondió si los bolígrafos eran para su uso personal o para regalo.
El otro congresista derrochador es Segundo Quiroz, no agrupado, quien compró una nueva medalla de legislador con presupuesto del Congreso, pues la suya se manchó. Pagó 1190 soles, pero con dinero del Parlamento.
Quiroz no quería la medalla de 70 soles, que es de bronce sino la de 1190 soles.
El congresista Jorge Montoya, de Renovación Popular, demandó un gasto de 3957 soles para 236 preseas, en diciembre del 2022.
“Esas medallas fueron entregadas al colegio Néstor Escudero de SJL. A los niños de la promoción que soy padrino de ellos”, dijo.
¿Usted como padrino no pudo mejor regalar con su propio peculio a sus ahijados?, le preguntó el reportero.
“No es una actividad personal, es una actividad de representación”, contestó Montoya.
Guillermo Bermejo, de la bancada Cambio Democrático, gastó 1500 soles para la compra de plantas decorativas para su despacho. En el mercado de flores, por ese monto, el congresista podría tener un vivero en su oficina.
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