[OPINIÓN] Richard Arce: “Alerta máxima con lo de Ecuador”

La situación que Ecuador está viviendo en este momento debería poner en alerta al Gobierno y, por supuesto, a todos los estamentos públicos que tienen responsabilidad en garantizar la seguridad ciudadana; incluyéndonos a nosotros los ciudadanos, porque es evidente que en algún momento podríamos escalar a este nivel de descontrol y hasta anarquía como se ha vivido ayer en urbes importantes como Guayaquil.

Que las bandas organizadas de delincuentes tomen por asalto las ciudades, parecería una película de ficción, pero es lo que ha vivido ayer Ecuador y al cierre de esta edición no se tenía un balance de la situación real. Pero basta ver las imágenes que se han tomado en los sets de canales de televisión, universidades y colegios, donde han asesinado estudiantes, así como saqueos en centros comerciales de varias ciudades como Guayaquil, para darse cuenta de que se ha desbordado la violencia.

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La preocupación es real. Esto podría suceder en nuestro país, en ciudades como Lima, Callao y Trujillo, donde deberían estar en alerta máxima para diseñar medidas preventivas que eviten envalentonar a las bandas organizadas que, por “efecto rebote”, podrían pretender hacer lo mismo, pues, incluso, ya tienen zonas liberadas donde la Policía no puede ingresar.

Súmenle al hecho el posicionamiento que tienen las economías ilegales que en el Perú, que mueven grandes cantidades de dinero con el soporte de mafias bien organizadas, asociadas a la minería ilegal, a la tala ilegal y, sobre todo, al narcotráfico; esto nos expone a una situación parecida que tendría que prevenirse.

Un factor que abona a esta preocupación en nuestro país es la existencia de las bandas criminales extranjeras que ya están operando en el Ecuador y que tienen sus tentáculos en el Perú, como el caso del Tren de Aragua, y que sus cúpulas manejan y operan las acciones de la mafia desde el Ecuador, como ya lo ha denunciado la Dinincri.

No queremos generar pánico, pero es mejor estar alertas a las acciones que pretendan tomar los delincuentes, porque tenemos un gobierno débil, sin ninguna política real para hacerles frente. No existe ningún plan Boluarte. Lo que vemos, más bien, es un incremento diario del índice de criminalidad.

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