Dos partes claras.

La primera, “El largo camino a La Haya”, empieza con el viaje que hicimos con Alan García a Santiago, cuando no había asumido el gobierno. Está el primer encuentro con la señora Bachelet. Y ahí Alan acuña la frase “mantengamos las cuerdas separadas”. Porque este tema era muy importante, pero no debía alterar el tipo de relación que teníamos, que es muy rico en términos comerciales, sociales y económicos. Había 100 mil peruanos viviendo en Santiago. Y todos los días pasaban al Perú unos 4 o 5 mil chilenos. La primera parte llega hasta que decidimos ir a La Haya. La segunda parte es el juicio.

Chile copia la figura de las cuerdas separadas.

El gobierno de Michelle Bachelet tomó muy mal la demanda. La consideró un gesto hostil. Luego entra Sebastián Piñera. Él inventa un término para lo mismo: “lo que está en La Haya debe quedar en La Haya”. Es decir, trabajemos nosotros en la relación bilateral, con todos los intereses que nos unen, y dejemos esta diferencia en La Haya.

En 2006 Alan invitó a Bachelet a ver la Parada Militar. Una estrategia.

La estrategia era tener las relaciones bilaterales lo mejor posible, porque si no la distraen de otras cosas más importantes y más urgentes. Así como nos acercamos a Bachelet, nos acercamos a Ecuador. Y la relación con Ecuador no pudo ser mejor. Pese a que estaban en posiciones muy distintas, García y Correa se llevaban muy bien. Con Colombia era más fácil por Uribe. Y con Lula también tuvimos una relación estupenda. La estrategia era tener el vecindario tranquilo.

Hay una anécdota. Correa y Alan alzando la voz.

Chile y Ecuador decían que la declaración de Santiago de 1952 que firmaron Chile, Ecuador y Perú era el Tratado de Límites. Chile insistía en que Ecuador fuera a La Corte, con lo cual hacían dos contra uno. Nosotros nos esforzamos por evitarlo. Y negociamos un acuerdo. Las voces fueron in crescendo esa vez en el aeropuerto de Santa Rosa.

Compleja la elección de Bundy y Pellet. Estrellas.

Son estrellas. Rodman Bundy más americano y pragmático. Menos retórico. Pellet, más diva. Es la Maria Callas de La Corte. Me dijo “usted sabe que va a perder ese caso”. Y le dije: “si voy a perder, quiero perderlo con usted.” Y aceptó.

¿200 años para cerrar fronteras?

La frontera terrestre teóricamente se cierra el 42 con el Tratado de Río de Janeiro entre Perú y Ecuador. Teóricamente, porque el 54 Galo Plaza lo declara inejecutable. Y el 60 Velasco Ibarra lo declara nulo. Tuvimos conflictos el 81 y el 95. Lo de Ecuador se cerró recién el 98. Y los límites marítimos se cerraron en 2011 con Ecuador y en 2014 con Chile. Casi 200 años de vida independiente para poder cerrar las fronteras del Perú.

Se extraña a Piñera.

Un hombre inteligente y pragmático. No tenía ningún sentido envenenar las relaciones.


José Antonio García Belaunde [Entrevista completa]