(Foto: SINTRACGR)
(Foto: SINTRACGR)

La pandemia, los conflictos sociales, la inestabilidad política y eventos climáticos golpearon certeramente al Perú y su economía. Según el portal especializado Statista, en pleno 2024 nuestro país ocupa el cuarto lugar de aquellos que ofrecen salarios más bajos a los trabajadores en América Latina, solo por detrás de República Dominicana y de naciones en crisis extrema como Argentina y Venezuela.

En ese contexto, con las remuneraciones por los suelos, los empleados que conforman el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Contraloría General de la República (SINTRACGR) se frotan las manos.

Desde inicios de 2023, han presentado el proyecto de convenio colectivo para la negociación del periodo 2023 y 2024, que contiene una serie de escandalosas gollerías que exigen recibir ya mismo, y por las cuales vienen presionando al propio contralor Nelson Shack y a su Gerencia de Capital Humano.

Perú21 pudo conocer que pretenden recibir, por ejemplo, una bonificación equivalente a una remuneración bruta por el aniversario de la Contraloría. También solicitan un salario completo a las mujeres por el Día del Madre, sean o no madres, y a los varones por el Día del Padre, sean o no padres.

Piden seguro médico privado con cobertura al 100% hasta para sus convivientes que incluya hasta una extracción dental, además de una canasta ascendente a S/1,800 por Fiestas Patrias, el 28 de julio de cada año.

Por si fuera poco, esperan que les paguen mensualmente S/800 como parte de un programa de complemento nutricional, es decir, para que se alimenten sanamente. En el colmo del escándalo, piden un bono de productividad anual equivalente a una remuneración bruta “por la sola condición de laborar en la Contraloría”, es decir, sin mostrar ningún rendimiento acorde al cumplimiento de metas.

La larga lista, cuyos pedidos más indignantes figuran en la infografía de esta nota, también incluye dotar de uniformes para invierno y verano a todo el personal, aunque este trabaje de manera remota. A las mujeres, por mencionar un aspecto, les entregarían hasta carteras de cuero.

Otra exigencia está relacionada con un bono de cierre de pliego equivalente a 7 UIT a todos los trabajadores afiliados al sindicato a la firma del pliego. Los no afiliados también serían beneficiados con S/3,000. Considerando que la UIT tiene un valor de S/5,150 este año, cada trabajador de la Contraloría sindicalizado en el SINTRACGR gozaría de más de 36 mil soles. Un descaro por donde se le mire.

Principales gollerías que solicita el Sindicato de Trabajadores de la Contraloría General de la República. (Infografía: Perú21)
Principales gollerías que solicita el Sindicato de Trabajadores de la Contraloría General de la República. (Infografía: Perú21)

CUESTIONAMIENTOS

“Si analizo cada uno de los temas, me muero”, fue lo primero que declaró a Perú21 el abogado laboralista Germán Lora.

“No puede ser que todos los años los sindicatos tengan un pliego de reclamos de 40 puntos. Eso es inconcebible porque ninguna empresa ni privada ni pública genera de un año a otro tantos beneficios adicionales. Está fuera de lo razonable. Hay una actuación muy poco seria de los sindicatos”, continuó.

Lora sostuvo que los miembros de las comisiones negociadoras de las instituciones públicas “siempre han cuestionado la opinión poco técnica de los sindicatos. Ellos dicen ‘quien pide poco y espera a Dios es un loco’. Pero eso no es correcto, uno tiene que sustentar sus pedidos sobre las posibilidades económicas de quien tiene al frente”.

El especialista en derecho laboral mencionó que “en algunos casos hay una actuación poco seria y técnica de los sindicatos, teniendo en cuenta muchas cosas, entre ellas la realidad económica del país, de las instituciones del Estado, de los convenios colectivos de otras empresas. Hay parámetros que me harían entender que son poco serios y técnicos”.

Añadió que las negociaciones entre el SINTRACGR y la Contraloría podrían demorar demasiado, ya que están “a 10 mil kilómetros de distancia”. Por lo cual, dijo, el sindicato es culpable de generar mayor conflictividad. “Eso lo tienen claro los sindicatos, pero les encanta perder el tiempo en estos temas”, sostuvo.

“Un bono de 36 mil soles ni las mineras lo dan, y quizá ellos son los más productivos de este país. ¿Pedirle a una organización del Estado 7 UIT? ¿Además, pedir bono para los no sindicalizados? ¿Canasta por Fiestas Patrias? ¿Encima pedir bono de productividad, pero que este no esté atado al cumplimiento de metas? Eso es regalar el dinero”, continuó Lora.

Además, el jurista dijo que un convenio colectivo regula situaciones de remuneraciones, condiciones de trabajo y productividad entre el empleador y el empleado, pero no abarca temas de gestión que no tienen vínculo con la relación laboral, como el bono de S/800 para un programa nutricional o la remuneración adicional en la fecha de aniversario de la Contraloría. “Si quieren celebrar el aniversario, que vayan a celebrar con un almuerzo”, aseveró.

También declaró que “los uniformes para gente que trabaja de manera remota no tienen ningún sentido”, y que el bono de productividad sin exigir un mínimo de productividad a los trabajadores “es una locura”.

Los trabajadores afiliados al SINTRACGR prestan servicios bajo el régimen laboral de los Decretos Legislativos N.° 728 y N.° 1057. El primero fue aprobado durante el gobierno de Alberto Fujimori, y suscrito también por el entonces ministro de Trabajo Jorge Gonzales Izquierdo, en 1987. El segundo está vigente desde 2008. Fue firmado por Alan García, con la rúbrica del premier Jorge del Castillo y el ministro de Trabajo Mario Pasco.

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