Pedro Castillo se encuentra recluido en el penal de Barbadillo, donde cumple prisión preventiva de 18 meses por haber dado un golpe de Estado.
Pedro Castillo se encuentra recluido en el penal de Barbadillo, donde cumple prisión preventiva de 18 meses por haber dado un golpe de Estado.

Desde el penal de Barbadillo, y valiéndose de artimañas, el golpista expresidente brindó una larga entrevista al medio español El Salto pese a que esta nunca fue autorizada. Sus declaraciones están llenas de mentiras.

“Sigo siendo presidente”, asegura Castillo al periodista como si viviera en una realidad paralela, a pesar de que fue vacado por el Congreso después de dar un golpe de Estado el 7 de diciembre. Pero cuando se le consultó por qué lo hizo, Castillo respondió: “Jamás quise subvertir la institucionalidad peruana. Yo quería acercarme al pueblo”. Y en otro momento señala que el “autogolpe” es “un discurso que ha creado la derecha”. Como la mentira tiene patas cortas, hay testimonios de los propios actores del momento que lo desmienten. El jefe de la Policía, por ejemplo, confirmó que ese día Castillo le ordenó que “cierre el Congreso (...) e intervenga a la Fiscal de la Nación”. Es decir, fue un golpe de Estado y ordenó que se ejecutara. Que no le haya resultado es otra cosa. Su entonces ministro del Interior, Willy Huerta, dice ahora que el mensaje a la nación anunciando las medidas dictatoriales fue “un acto ilegal”.

La huida a la embajada

El exmandatario volvió a mentir y negó que intentara huir a la embajada de México, sino que únicamente iba en el auto para dejar a su familia en la sede diplomática. “Yo no me estaba escapando”, enfatizó Castillo. Sin embargo, el presidente de México, Andrés López Obrador, confirmó que luego de dar el autogolpe de Estado, el todavía presidente peruano lo llamó para avisarle que iría a la embajada mexicana. “Habló aquí a la oficina para que me avisaran que iba hacia la Embajada”, aseguro López Obrador al día siguiente del golpe de Estado.

Detención arbitraria

Luego de mentir con respecto a su huida, Castillo mintió nuevamente. Esta vez afirmó que no hubo un fiscal al momento de su detención y aseguró que el representante del Ministerio Público llegó al día siguiente. En primer lugar, Castillo fue detenido en flagrancia por el delito de rebelión, situación que no ameritaba la presencia de un fiscal. En segundo lugar, es falso que recién llegara un fiscal al día siguiente, dado que la misma tarde del arresto, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y la fiscal Marita Barreto acudieron a la Prefectura donde el expresidente estaba detenido para realizar las diligencias correspondientes.

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Ataque y Victimización

Luego de atacar en varias ocasiones a la presidenta Dina Boluarte (Yo no sabía la clase de persona que era, en el transcurso es cuando me di cuenta la maldad de esta mujer/ Era y es calculadora, ambiciosa/ Lloraba para no ser removida del cargo de ministra/ Solo aparentó ser demócrata hasta que ahora ya es evidente su verdadera personalidad: dictadora), el vacado expresidente se victimizó y aseguró que no lo dejaron gobernar. Sin embargo, omite mencionar que durante su desastrosa gestión de 17 meses, hubo más de 80 cambios ministeriales y se revelaron diversos escándalos de corrupción. Asimismo, Castillo manifiesta que “quería destinar más presupuesto para la compra de fertilizantes”, pero durante su gobierno fracasaron cuatro intentos de compra.

El abogado y analista político, Eduardo Herrera, señaló a Perú21 que el expresidente “es un cínico”. Además, consideró que el exmandatario “intenta justificar algo que es injustificable pero que suena bien”.

Pedro Castillo permanecerá 18 meses detenido y deberá responder ante el INPE por haber brindado una entrevista a pesar de estar prohibido.

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