Cuadro "Ingreso de José de San Martín a Lima" de José Alcántara de la Torre (1921). En el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. (Foto: Miguel Bellido / El Comercio)
Cuadro "Ingreso de José de San Martín a Lima" de José Alcántara de la Torre (1921). En el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú. (Foto: Miguel Bellido / El Comercio)

Hace casi un año el general don y su ejército libertador arribaron a las costas del país, precisamente a la bahía de Paracas. Desde entonces, el sentimiento independentista no ha hecho más que esparcirse a lo largo de todo el territorio. La euforia resulta irrefrenable. ¿Pronto podremos –al fin– gritar ‘¡libertad!’?

Los vientos parecen ser favorables para los independentistas, aunque no tanto para los realistas. Ya a comienzos de año, el virrey Joaquín de la Pezuela fue obligado a renunciar a su cargo por los altos mandos militares. Su reemplazo, el general José de la Serna, fue puesto como nueva autoridad con el fin de replantear las acciones a seguir.

Pero la historia ya ha tomado un rumbo. En medio de un ambiente insostenible, el virrey La Serna abandonó Lima a principios de julio junto a más de 2,000 mil soldados. Todo indica que busca establecerse en el sur con el fin de reorganizar su estrategia. Los montoneros desgastaron de forma importante a sus tropas desde las afueras de la capital.

En tanto, las voces de libertad se escuchan cada vez más fuertes. Desde fines del año pasado hasta inicios de enero, Trujillo, Piura, Cajamarca y Tumbes, de la costa norte, así como algunas zonas de los Andes, fueron las primeras en alzar su voz y jurar la independencia. Parece que ha llegado el turno de Lima. La capital, hasta ahora bastión realista, necesita gritar ‘¡viva la independencia!’.

Si bien las negociaciones y diálogos sostenidos entre los virreyes y San Martín, desde su llegada al Perú, no tuvieron frutos (no estaban dispuestos a aceptarla), ahora el panorama parece alentador. Para mañana se espera el nacimiento de la nueva república.

Un cabildo crucial

El pasado 15 de julio el cabildo de Lima se reunió con San Martín -quien había hecho su ingreso a la capital pocos días antes- para hacerle saber expresamente “que la voluntad general está decidida por la Independencia del Perú de la denominación española y de cualquier otra extranjera”. Así, no fue necesario una imposición militar, optándose porque la independencia surgiera desde la propia voluntad popular.

La declaración fue suscrita por el alcalde, los regidores, el clero limeño y otras autoridades. Fueron 329 ciudadanos los que firmaron en aquella ocasión, aunque se planea que el documento permanezca abierto para que el resto de habitantes se unan a la noble intención de independizar la patria.

El Marqués de Montemira, gobernador político y militar de la ciudad designado por La Serna, es quien ha estado tratando de llevar las riendas desde que el virrey abandonó Lima. Ha sido él quien se ha contactado con el general libertador para llevar a cabo, y cuanto antes, el acto de proclamación ante la crisis.

Alistan todos los preparativos

Ya con la suscripción del acta, San Martín ha fijado que mañana, sábado 28 de julio, será el día central. Se ha convocado a todos los ciudadanos a la Plaza Mayor. Les ha pedido que antes de llegar engalanen sus viviendas con los colores patrios y que las mantengan así hasta el domingo. ¡El momento más esperado de nuestra historia lo amerita!

Y la fecha elegida no ha sido casualidad. Preparar la plaza para el gran festejo toma tiempo, pues los negocios que la rodean han tenido que ser retirados. Se prevé que asista una gran multitud. Además, como ya es tradicional, los sábados se reservan para las proclamaciones oficiales y el domingo es día de misa.

El cabildo de Lima ha designado una comisión organizadora para el magno evento. Estará compuesta por el conde de San Isidro, junto con los regidores Conde de la Vega del Ren y el doctor Manuel Pérez de Tudela. Esta comitiva ha tenido que encargarse, entre otros asuntos, de asegurar la decoración y limpieza de las calles donde se realizará el desfile, las iluminaciones y la contratación de la orquesta.

Precisamente hoy, viernes 27 de julio, se iniciarán las celebraciones. A las 7 de noche sonarán los primeros campanazos y fuegos artificiales. Tras ello, la orquesta entonará sus mejores melodías. Las calles ya lucen revestidas con hermosas flores y banderas con el sol naciente, el símbolo patrio que fue creado por el mismo José de San Martín y decretado así en octubre de 1820.

Si bien se trata de una proclamación que marca la independencia de los españoles, no se han dejado de lado los códigos y rituales tradicionales del virreinato. Por ejemplo, desde la llegada de San Martín a la ciudad, una comisión del cabildo buscó acompañarlo, como era costumbre en los recibimientos a los virreyes; sin embargo, esto fue rechazado por el general.

En la víspera a la proclamación de la independencia, todo va quedando listo en Lima para que la historia sea escrita. Mañana todos nos vemos en la Plaza Mayor.