"Es hora de priorizar el empleo… no la recaudación".
"Es hora de priorizar el empleo… no la recaudación".

Por el lado fiscal, el año pasado, la Sunat recaudó más impuestos que nunca. Aunque los paganos hayamos sido los ciudadanos, el aumento de los precios de los combustibles –entre otros– le facilitó al Estado la mayor recaudación de IGV de la historia.

Los elevados precios de nuestros productos de exportación –cobre y oro, principalmente– propiciaron la mayor recaudación de Impuesto a la Renta jamás lograda por la Sunat, en toda su existencia. Producto de ello, el canon minero alcanzó también otro récord histórico. Jamás las regiones y municipios recibirán tanto dinero de canon minero como este 2023.

El récord de exportaciones del año pasado (US$65,835 millones) y el superávit comercial (US$9,565 millones) le permitieron al BCR acumular enormes reservas internacionales: US$74,000 millones, con tendencia al alza.

Claramente, hay un contraste entre las finanzas públicas y las finanzas de la ciudadanía. El Estado está lleno de plata. Sin embargo, la pobreza está creciendo. Y, con la pobreza, están creciendo el hambre y la delincuencia. Si no, ¿cómo explicar la proliferación de ollas comunes? ¿Por qué hay tantos mendigos en las calles? ¿Cómo explicar el incremento de la delincuencia en el país?

Nuestro problema económico está en el ámbito de la sociedad civil. A ese respecto, cabe preguntarnos ¿cómo están los microempresarios y los trabajadores? ¿Cómo están las amas de casa? ¿Cómo están los jubilados? Como dirían los políticos demagogos… ¿cómo está el pueblo? Bueno pues… mal. El pueblo peruano la está pasando mal.

El Estado –en términos generales– ha fracasado. No sirve. El enorme esfuerzo contributivo de la ciudadanía –y las empresas– ha sido en vano. No me refiero al ámbito macroeconómico, donde –como he mencionado– estamos bien. Me refiero a los servicios públicos como agua y desagüe, salud y educación, seguridad ciudadana, justicia e infraestructura. ¿Acaso no son paupérrimos los servicios que nos brinda el Estado en dichas materias?

CONCLUSIÓN: el dinero de los peruanos debe estar más en el mercado, y menos en el Estado. El Impuesto Selectivo al Consumo debe desaparecer… y para siempre. Las tasas de IGV y Renta deben bajar.

¿Acaso el desempleo no es el mayor problema de los peruanos actualmente? ¿Acaso la inversión –principalmente privada– no es la mayor generadora de empleo? Entonces, ¿qué sentido tiene quitarle tanto dinero a la gente –y a las empresas– para dárselo al Estado? ¡Absurdo total!

Es hora de priorizar el empleo… no la recaudación.