formó parte del ahora disuelto Congreso. Quizás por ello ahora prefiere que la identifiquen como doctora en Derecho. “Eso no se pierde”, dice risueña y enseguida desmenuza la coyuntura política a la que –dice– seguirá aportando desde donde esté.

Perú21 publicó una encuesta que le da 82% de aprobación al presidente Vizcarra, que no tiene ahora un Congreso que lo fiscalice, lo que genera preocupación por la concentración de poder. ¿Qué debería hacer él con ese poder y qué límites debería tener?

El presidente debe asumir un rol diferente al que ha tenido en este tiempo por una relación conflictiva con el Legislativo que no le permitía avanzar en ciertas reformas que proponía. Es una enorme responsabilidad. Debe plantear qué va a hacer en estos cuatro meses para que la población sienta que la economía mejora. El gobierno tiene ahora la responsabilidad de mirar a las regiones, ver cómo están utilizando los recursos y si realmente lo hacen en los ámbitos que las poblaciones necesitan.

¿Le preocupa esta concentración tan grande de poder en el presidente?

No me preocupa porque lo ha previsto la Constitución, no es algo que haya inventado o buscado para tener ese superpoder. La Comisión Permanente tiene funciones limitadas a la revisión de los decretos de urgencia. El presidente y el Ejecutivo van a tener que legislar pensando en lo que se viene después porque el próximo Congreso sí va a poder revisar todo lo hecho en estos meses, así que tampoco la tiene fácil.

Olaechea ha presentado una demanda competencial y una acción de amparo por la disolución del Parlamento. ¿Tiene atribución para hacerlo?

Hay un grave problema de interpretación jurídica. La demanda competencial tiene que ser aprobada –según dice el Código Procesal Constitucional– por el Pleno y la Comisión Permanente no es el Pleno por más que se insista en que sí. Es una Comisión Permanente de un Congreso ya disuelto, con facultades limitadas, en la que el presidente del Parlamento, si bien está en esa comisión en condición de tal, ya no lo es en los hechos. Entonces, no podría estar legitimada esta comisión para presentar la demanda competencial. Lo primero que va a tener que hacer el TC es pronunciarse sobre la legitimidad de quien presenta la demanda. ¿Se admite? Yo tengo mis dudas. Además, ya hay dos miembros del tribunal que de alguna forma han adelantado opinión al respecto.

La Comisión Permanente no puede presentar ese recurso y el Poder Ejecutivo parece que no tiene intención de hacerlo. Entonces, ¿cómo vamos a resolver este problema de interpretación constitucional?

Es que sería una locura que el Ejecutivo presente una demanda competencial contra sí mismo. Sería de locos, ¿no?

¿No es saludable que este tema se vea en el TC al margen de quién lo presente?

El TC no tiene esa facultad de oficio, ojalá la tuviera y por fin podríamos dilucidar, porque estamos en el mundo de la interpretación. Está en las manos del tribunal. Si de alguna manera omite el tema de legitimidad de quién lo presenta con el objeto de despejar las dudas, veremos qué nos dice, pero el tema de fondo de la demanda competencial es saber si el Ejecutivo tiene o no la facultad de presentar cuestiones de confianza sobre funciones propias del Congreso y, en realidad, lo que ha hecho el Ejecutivo es utilizar la facultad que le da la Constitución de presentar una iniciativa legislativa.

Sobre el Congreso que vamos a elegir en enero de 2020 algunos dicen que no es importante porque solo estará año y medio. Otros dicen que es trascendental. ¿Cuál es su posición?

Para mí va a ser un Congreso importantísimo que va a culminar un periodo parlamentario bastante conflictivo que deja varias investigaciones y acusaciones constitucionales pendientes; igualmente reformas políticas pendientes de segunda votación. El tema de la inmunidad parlamentaria está ahí y yo creo que ellos (los nuevos congresistas) deberían partir de cero porque ha sido un dictamen que desnaturaliza totalmente la propuesta del Ejecutivo y no porque sea la propuesta del Ejecutivo sino porque hay la necesidad de regular la forma de levantar la inmunidad. Para mí, que se elimine por completo (la inmunidad), pero el término medio era que no sea el Congreso, sino la Corte Suprema la que levante la inmunidad, no lo comparto. Por eso creo que hay la necesidad de que el próximo Congreso analice el tema con cuidado y emita un dictamen que corresponda con la realidad.

¿Debería este próximo Congreso ver otros temas? ¿Continuar, por ejemplo, con la reforma política que ha quedado trunca?

Por supuesto que sí. No sé si les dé el tiempo para hacerlo, inclusive se habla de que podrían ver el tema de la bicameralidad con otra óptica. Mira lo importante que hubiera resultado que la bicameralidad se hubiera aprobado, tendríamos la posibilidad de un Senado que haga un contrapeso...

¿Cuál cree que debería ser el perfil de los próximos congresistas? Su excolega Carlos Tubino ha dicho que no es rentable invertir en campaña para un periodo legislativo tan corto.

Estar en el Congreso no es un tema de rentabilidad, es un tema de servicio al Estado y a la población; creo que está equivocado. Tendrían que presentarse las personas que tienen vocación de servicio, de aportar, de hacer grandes cambios. He escuchado que se están animando algunos constitucionalistas, pero también futuros candidatos presidenciales. No sé si sea positivo, pero de repente sea un mecanismo de filtro para una futura elección.

Uno de esos casos es el de Keiko Fujimori, que cumple prisión preventiva, pero no tiene impedimento para postular al Congreso. ¿Cree que finalmente postulará?

Ese era uno de los artículos que incorporamos en la reforma electoral: la prohibición de que personas con procesos participen en una contienda electoral. Se nos dijo que no, porque viola el principio de presunción de inocencia. En el caso del Tribunal Constitucional, para que uno pueda postular no debe tener procesos judiciales en marcha; entonces, ¿por qué en un caso sí y en otro no? Nos encontramos en un escenario en el que justamente personas con procesos penales pueden ser candidatos cuando ya hay serias dudas respecto de su comportamiento por más que después resulten siendo inocentes. Yo he escuchado sí que piensa postular, pero me parece que las personas que acuden al Congreso en circunstancias como esta lo hacen por un tema de inmunidad que los protege…

¿Y cree que cuando le dijeron no a ese artículo, lo hicieron pensando en Keiko Fujimori?

No creo que en ella, pero sí en casos que podrían darse de ene políticos que ya estaban en una situación similar.

Ud. ha dicho que ella hacía y deshacía en el Congreso y se involucraba, incluso, en la redacción de los artículos. ¿Sabe si ha mantenido este poder hasta el final?

No tengo la menor idea de si ha sido hasta el final porque estando en prisión hay limitaciones, pero que al principio lo hacía, sí. Haría mal si ahora te digo que estoy segura de eso.

Usted llegó con Fuerza Popular al Congreso y ahora es crítica de la agrupación. ¿Cómo llegó a formar parte de un grupo con el que ahora no se siente identificada en absoluto?

Creo que fue un error de buena fe porque siempre uno cree que hay la posibilidad de hacer cambios positivos por su país, con gente joven y más aún con una mujer como Keiko. Yo conozco a su madre y fue ella una de las personas que influyó mucho respecto de mi candidatura y, además, una promesa de cambio, de separación con el pasado, se acababa el tema del fujimorismo de los 90, venían reformas importantes, se iba a aprobar la ley de la Amazonía. (…) Lamentablemente, mi ilusión se rompió antes de cumplir un año en el Congreso cuando, ante ese entusiasmo de lograr una reforma electoral positiva para el país, nos dijeron que no. Entonces, no es que uno haya cambiado; quienes han cambiado son quienes nos llevaron al Congreso, los líderes. La línea que uno sigue en la vida tiene que ser recta. Si los demás se desvían, uno tiene que seguir el camino por el que se ha iniciado y yo estoy en ese camino.

¿Y está segura de que el fujimorismo ha cambiado? La historia de los años 90 no es inmaculada, había antecedentes que a uno le hubieran hecho dudar...

Claro, pero los hijos no necesariamente son el reflejo de los padres y de repente tienden a corregir los errores que ellos pueden haber cometido. Esa fue mi mirada en ese momento. Lamentablemente me equivoqué, pero rectifiqué y pude salirme del grupo y seguir aportando en lo que creo que era positivo.

La izquierda puede tener un rol más protagónico en el Congreso que elegiremos. Hay voces que piden cambios en la Constitución, no solo en el aspecto político, también en lo económico. ¿Cree que sería saludable?

Es saludable mirar la Constitución en su conjunto. Yo me preocuparía, más que en el tema económico, en el tema de estructura del Estado que está echando agua y también por mirar referentes positivos de constituciones más cercanas y actuales como la ecuatoriana y colombiana; inclusive la de Bolivia, que tiene capítulos sobre el derecho de la tierra (...) que podríamos incorporar a la nuestra. No hay que persistir en asustar a la población diciendo que viene un Parlamento rojo, un Parlamento de izquierda como si eso fuera el fin del mundo, no creo que suceda. Tenemos que rescatar lo positivo de las ideologías, no asustarnos. Si hay algo de esta ideología que nos permita tener una economía más humana, bienvenido sea, analicemos, pero obviamente sin generar cambios estructurales que puedan asustar la inversión.

En el espectro político también hay una derecha más extrema. Hay grupos como el de Con Mis Hijos No Te Metas que son bastante conservadores. ¿Le preocupan de alguna manera?

Me preocupa la intolerancia más que todo. Hay que saber respetar nuestras ideas y diferencias, y eso es lo que no está sucediendo con cierto grupo de personas. En la medida que podamos ser tolerantes, las cosas pueden caminar de manera diferente. Hay que aceptar la realidad como está y hacer normas en función de la realidad, no podemos negarnos a eso. Yo no sé si esas personas sean de extrema derecha, conservadores quizás, pero de extrema derecha, no lo creo.

¿Qué le parece el perfil del gabinete Zeballos?

Es un gabinete en el que la mayoría viene del equipo de Salvador del Solar. (…) Podemos mirarlo como un gabinete de transición. Luego de las elecciones quizás haya cambios en este gabinete que se estrena en este periodo en el que el Ejecutivo necesita asumir funciones legislativas también; han buscado personas que puedan ayudar a consolidar este camino de transición.

Daniel Salaverry tiene intención de postular a la Presidencia. ¿Simpatiza con ello?

Daniel tiene todo el derecho de postular a la Presidencia, es la máxima aspiración de cualquier político y celebro que así sea porque de alguna manera refresca el escenario.

¿Se anima a apoyarlo?

¿Por qué no? Quizás.

¿No hay planes ahora?

Por ahora no.

“ELECCIÓN DEL TC NO TERMINÓ”

Usted presentó uno de los dos pedidos de reconsideración de la elección del TC, pero Pedro Olaechea insiste con que se designe a Gonzalo Ortiz de Zevallos. ¿Por qué es tan importante para Fuerza Popular y sus aliados esta designación?

Los hechos ahora nos dicen el porqué. Hay varias razones, una de ellas porque Gonzalo Ortiz de Zevallos tiene vinculación directa con el presidente de la Comisión Permanente (es su primo hermano). Estos días nos hemos enterado de que tenía ciertos intereses respecto a la adquisición de medios. No tiene una preparación constitucional, y no la pide la Constitución ni la Ley Orgánica del TC, pero genera suspicacia por qué tenía que ser elegido en primer lugar frente a los otros candidatos. Lamentablemente, hay una persistencia en su designación y no solamente del presidente de la Permanente, sino también por el mismo Ortiz de Zevallos a pesar de que el proceso no ha terminado. Hay dos reconsideraciones y si bien el argumento es que se presentaron cuando ya el acta se había cerrado –lo cual no es cierto–, hay antecedentes de reconsideraciones que se han presentado al día siguiente y han sido tomadas en cuenta. (…) Es simplemente una cuestión de voluntad y de respetar los procedimientos parlamentarios, lo que no se ha hecho en estos últimos tiempos.

¿La insistencia tiene que ver con el hábeas corpus de Keiko Fujimori que tiene que verse en el Tribunal Constitucional?

Podemos hacer miles de presunciones: un caso como el que mencionas pendiente en el TC, hechos futuros que pueden pasar frente a graves infracciones a la Constitución que se han cometido ese 30 de setiembre. Nos podemos poner en todos los casos, pero, fundamentalmente, el Tribunal Constitucional, como está ahora, ha actuado de manera imparcial, ha declarado inconstitucionales tres normas del Congreso y de repente eso no sea algo que beneficie a la mayoría parlamentaria y a los intereses futuros.

SABÍA QUE

- Patricia Donayre es doctora en Derecho, especialista en derecho constitucional y magíster en Gestión Pública.

- Fue congresista de la República en dos periodos: 2000-2001 y 2016-2019. En este último ingresó con la camiseta de Fuerza Popular, bancada a la que renunció en noviembre de 2018.

- “Creo que he cumplido mi papel en este Congreso que fue disuelto. No hemos podido terminar las reformas que iniciamos –como la compilación de la legislación electoral–, pero espero que el próximo Congreso lo haga”, comentó.

TAGS RELACIONADOS