Entre los actos que nuestros padres nos recomiendan evitar desde pequeños está el exponer nuestras manos a una fuente de electricidad o de calor. Sin embargo, la curiosidad humana a veces puede más y muchos de nosotros hemos desatendido estas advertencias con dolorosas consecuencias.
Aun así, pocas personas se ha preguntado qué pasaría si uno metiera la mano frente al rayo del Gran Colisionador de Hadrones (LHC por sus siglas en inglés), un gigantesco mecanismo ubicado en Suiza que acelera dos protones a un 99.99% de la velocidad de la luz.
Sixty Symbols, una web que se dedica a realizar videos de carácter científico, realizó esta pregunta a un grupo de físicos y científicos – algunos relacionados a la Organización Europea para la Investigación Nuclear o CERN, donde está alojado el LHC. Debido a la ausencia de experiencia empírica, y la falta de un "conejillo de indias" que se someta, todas las respuestas no son más que especulaciones de expertos.
Por lo tanto, si bien la mayoría de estos investigadores admiten no saber qué es lo que exactamente pasaría, todos concuerdan que no sería un resultado muy beneficioso para el sujeto de prueba.
Quizás la respuesta más gráfica proviene de David Barney, quien trabaja en el mismo LHC. Según este científico, el rayo de protones está extremadamente concentrado en un espacio de un milímetro de diámetro, pero contiene energía equivalente a un portaaviones, por lo que no tendría dificultad en atravesar el tejido de la mano.
Sin embargo, el verdadero problema para el dueño de la extremidad vendría del halo de electrones y iones, mucho más amplio, que acompaña al rayo de protones, el cual irradiaría y mataría a cualquier ser que se encuentre cerca.
Vía Gizmodo.
