Los rescatistas encontraron ayer cinco cuerpos más, pero ninguno de ellos era el de la peruana Érika Soria, de 25 años. (AP)
Los rescatistas encontraron ayer cinco cuerpos más, pero ninguno de ellos era el de la peruana Érika Soria, de 25 años. (AP)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

ROMA (EFE).– La situación del capitán del crucero Costa Concordia, Francesco Schettino, se complicó luego de que un audio pusiera en evidencia su nula solidaridad con los más de 4,000 pasajeros que estaban en el interior de la nave que encalló el viernes en aguas de la isla italiana de Giglio, accidente cuya cifra de fallecidos se elevó ayer a 11.

Durante su comparecencia ante la justicia, Schettino –de 52 años– declaró que nunca abandonó la embarcación y que salvó "miles de vidas". Todo lo contrario a lo que demuestra un audio –divulgado por el diario italiano Corriere della Sera– que registra la comunicación entre el comandante y el oficial de guardacostas Gregorio de Falco, quien le ordenó que regresara de inmediato y socorriera a los ocupantes del crucero.

NO HIZO CASO Cuando el oficial de puertos le pregunta si podía informarle cuántos pasajeros quedaban a bordo, el capitán le responde que ya habían sido evacuadas 4,000 personas, cuando en realidad solo unas 40 habían dejado el barco en las lanchas de socorro.

"Escúcheme, Schettino, quizás se haya salvado de la fuerza del mar, pero haré que lo pase mal. Le haré pagar por esto. Maldita sea, ¡vuelva a bordo!", le dice De Falco en una conversación por radio.

Al no encontrar respuesta del capitán, el guardacostas insistió: "Entonces, ¿qué quiere hacer? ¿Irse a su casa, Schettino? ¿Está oscuro y usted se quiere ir a su casa? ¡Vaya a la proa, donde está la escalera, y dígame qué es lo que hay que hacer, cuántas personas hay y qué necesitan! ¡Ahora!".

Luego de comparecer unas tres horas en la corte de la ciudad de Grosseto, la jueza Valeria Montesarchio dispuso el arresto domiciliario del capitán del Costa Concordia. La Fiscalía solicitó que el comandante permanezca unos días más bajo arresto e insistió en su acusación de homicidio culposo agravado, delito por el que podría ser condenado hasta a 15 años de cárcel.

SIN RASTROS DE PERUANADe otro lado, las labores de rescate continuaron ayer, desde muy temprano, y tuvieron como resultado el hallazgo de cinco cadáveres, entre ellos el de una mujer. Aunque no se revelaron las identidades de los fallecidos, se informó que estos tenían entre 40 y 50 años de edad.

Con esto, el número de desaparecidos se redujo a 24, entre los que figura la peruana Érika Soria (25), quien sigue inubicable y cuyos padres llegaron anoche a Italia con el objetivo de encontrarla.

En tanto, ayer arribaron a Lima tres de los pasajeros del Costa Concordia que sufrieron heridas leves en el naufragio en el Mar Mediterráneo.

TENGA EN CUENTA – Francesco Schettino, un italiano de 52 años, nació en una localidad cerca de Nápoles. Comenzó a trabajar hace 10 años para la empresa Costa Crociere, de Génova, a la que pertenecía el Costa Concordia.

- Su primera función fue como oficial responsable de seguridad, siendo justamente su actuación del pasado viernes en materia de seguridad –a bordo y durante la evacuación– lo que más cuestionan los afectados y los investigadores.

- En el año 2006 fue ascendido a comandante de ferrys y, posteriormente, pasó a hacerse cargo del crucero Costa Concordia. "Era como pasar de manejar un camión a un Ferrari", manifestó uno de sus colegas.

- El Costa Concordia, el 'gigante del mar', era una nave sofisticada, de 10 pisos, capaz de navegar a 20 nudos (37 km/hora). Su valor aproximado era de 30 millones de euros.