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Redacción PERÚ21

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Guillermo Giacosa,Opina.21ggiacosa@peru21.com

Era de una extrema violencia, propia de animales descontrolados y ajenos al propio instinto de supervivencia. No digo de bestias salvajes pues estas están condicionadas en razón de su capacidad destructiva: a mayor aptitud para la destrucción (grandes felinos, osos, etc.) menor agresividad dentro de la propia especie; a menor capacidad destructiva mayor agresividad entre ellos mismos (palomas y otros animales aparentemente inofensivos).

Los seres humanos tenemos, físicamente, baja capacidad destructiva, por tanto, nuestra actitud se corresponde con una mayor agresividad. Infelizmente, hemos inventado a las armas y hemos creado con ello una peligrosa excepción. Unimos la alta agresividad de nuestra fragilidad física con un poder destructivo desmesurado. Y así nos va.

Somos, seguramente, la especie que más animales de su misma especie ha asesinado desde que la vida asomó en el planeta. Incluso, algunas religiones que condenan el asesinato suelen también estimularlo. Para colmo, hoy los medios venden más violencia que otros productos y los videos juegos como el ya citado hacen pensar que el ejercicio de la misma no tiene consecuencias para quien la ejecuta. Los héroes salen bien librados de todas las situaciones en las que cualquier mortal terminaría hecho papilla. La influencia de estos materiales sobre los niños ya ha tenido resultados nefastos y, seguramente, estos aumentarán en el futuro.