Comprar con inteligencia

1. Si está en capacidad de comprar prendas hechas con buenos materiales o marcas que son sinónimo de calidad, hágalo. Estas prendas pueden convertirse en básicos duraderos que aportan distinción al look. Vale la pena darse el gusto, aunque sea una vez al año.

2. Las liquidaciones y cierrapuertas son altamente tentadoras: alimentan el deseo de tener un armario bien nutrido. Sin embargo, ¿para qué llevar diez prendas solo porque están baratas? Compre con precisión y no sature el clóset con trapos innecesarios.

3. Atención a las prendas versátiles. Visualice su día a día y piense en aquellas prendas que pueden combinarse y emplearse en varios looks. Pueden costar unos cuantos soles, pero valen mucho.

4. Para evitar perderse en la tienda, ya sea porque no sabe qué llevar o porque quiere comprar todo lo que encuentra a su paso, elabore un plan con antelación. Antes de salir de casa, vea el armario y haga una lista con las prendas que necesita. Si bien se puede improvisar, esa lista base hará que la experiencia de compra sea menos impulsiva (y torturadora).

5. ¿Para qué ocasiones está buscando las prendas? ¿Cuántas veces a la semana o al mes las usará? ¿Las usará de verdad? Tener claro eso evitará quejas posteriores como "¿por qué compré esta blusa fea?" o "creo que nunca usaré este pantalón".