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Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Por: Fritz Du Bois, La opinión del directorEstán quedando totalmente desnudados los intentos por politizar y radicalizar un paro en Cajamarca que nació de una genuina preocupación ambiental por parte de la mayoría de sus ciudadanos. Incluso, está confirmado que los que están detrás de esa confrontación son aquellos sectores de la actual coalición gubernamental que, luego de la primera vuelta electoral, fueron marginados del entorno del hoy mandatario. Más aún, lo que estamos presenciando es a La Gran Transformación retando a La Hoja de Ruta a un duelo a muerte al amanecer. El que sobreviva se queda con el poder.

En todo caso, como anticipo de lo que sería el futuro para todos, y que podría estar no muy lejano, hemos visto la intimidación a la población que no quería participar del paro, asimismo, la actitud dictatorial de dirigentes autoproclamados, ya que salvo Santos, nadie los eligió para liderarlos. No hay duda que tanto Patria Roja como el MRTA, tienen una agenda dogmática que no contempla el bienestar del ciudadano y que la ventana de oportunidad que el manejo, inicialmente displicente, del Gobierno les ha abierto, la están aprovechando al máximo.

En realidad, lo que se ha visto en Cajamarca la última semana lo viven los venezolanos hace más de 12 años, y es lo que nos espera a todos los peruanos si del duelo que se estállevando a cabo, los malos salen ganando.

Por lo tanto, hay mucho en juego, ya que los extremistas con sus actos tienden a eclipsar a la mayoría silenciosa de la población, cuyos intereses son muchas veces dejados de lado por gobernantes temerosos y desesperados por evitar que las cosas se les vaya de las manos. Esperamos que el Gobierno no traicione a la mayoría de peruanos.

Por otro lado, pasado este obstáculo que le han puesto quienes fueron sus aliados, Humala va a tener, obligatoriamente, que sincerar al equipo que lo está acompañando. Era claro, desde un inicio, que nunca iba a poder ser digerido el sancochado que han armado.

Incluso, si el presidente no quiere tener que sufrir de un gobierno fraccionado con una seguidilla de duelistas buscando hegemonía, va a tener que contar con un gabinete que tenga un mínimo de coherencia en las líneas de acción que tendrían que haber adoptado.

Además, al cabo de cuatro meses de gestión ya debe de haberse percatado que lo que realmente cuenta en la administración del Estado es la eficiencia y la capacidad de ejecución. Así que solo tiene sentido contar con ministros que le den resultados.