¿SE MATÓ? El cuerpo fue trasladado a la morgue para su análisis. (Heiner Aparicio)
¿SE MATÓ? El cuerpo fue trasladado a la morgue para su análisis. (Heiner Aparicio)

Redacción PERÚ21

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Un grito de auxilio quebró ayer el silencio en el pabellón B del penal de mujeres de Socabaya. Era la 1:30 a.m. y Verónica Palli Jara agonizaba en el camarote de su celda. Estaba bañada en sangre y, cuando el personal de salud llegó para socorrerla, ya no presentaba signos de vida. Tenía tres cortes profundos: uno en cada brazo y, el mortal, en el cuello.

La mujer había asesinado hace unas semanas al pequeño Jeferson, de 8 años. El niño era hijo de su pareja y fue hallado muerto el 15 de julio en el río Chili. Por aquel hecho, la joven –de 25 años– fue internada en el penal de mujeres y esperaba el desarrollo de las investigaciones. Palli era egresada de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional de San Agustín, y solo dos semanas antes del homicidio había recibido su diploma de licenciada.

La primera versión de su muerte apuntaba ayer a un suicidio. Eso fue lo que dijeron sus compañeras de celda que la asistieron, pero las autoridades no descartan un crimen y esperan los resultados de la necropsia. "Los cortes se produjeron con la tapa de una lata de atún. Son profundos. Por lo menos tienen dos centímetros, y el corte del cuello es largo", expresó una fuente que pudo analizar el cadáver.

Para los investigadores, los tres cortes despiertan sospecha. Por ello, han analizado el cuerpo para ver si existen signos de enfrentamiento o si fue golpeado, pero aún no hay resultados. El padre de la víctima, Patricio Palli, contó que su hija encontró mucha hostilidad en algunas internas. Él la visitó el último domingo y la vio triste, pero jamás imaginó que podría quitarse la vida.

Luego de revisar los restos, se indicó que la causa de la muerte fue un shock hipovolémico, cuadro que se presenta cuando una persona pierde una quinta parte del volumen normal de sangre.

Su compañera de camarote fue quien avisó del incidente a las autoridades. Según algunas versiones, se dio cuenta de que algo pasaba al oír quejidos y ver que Palli convulsionaba.

TENGA EN CUENTA

- Patricio Palli, padre de la mujer, refirió que la expareja de su hija y padre del niño asesinado, Benochi Achata, la visitó en una ocasión en el penal.

- Según su versión, este ya la había perdonado y esperaba que se arrepintiera por el daño que le causó a su familia.