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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Evidentemente, si los habitantes están adecuadamente empleados habrá más bienestar en una localidad, lo cual se reflejará –a través del predial u otro tributo municipal– en un mayor ingreso para la comuna local.

Solo en nuestro país las municipalidades ven al sector privado como un enemigo a ser obstaculizado o como un objetivo a ser extorsionado. En cualquier caso, el resultado es que terminan ahuyentando a los que quieren crear riqueza y trabajo.

Así tenemos que la mayoría de los participantes en la Cade Emprendedor considera que los que más dificultan el desarrollo de las empresas en el Perú son los gobiernos locales. Ello debido al exceso de trámites innecesarios, a la lentitud burocrática, al alto costo que demanda de cualquier negocio la administración municipal y, principalmente, al asfixiante nivel de corrupción que cada día está aumentando.

En realidad, esas taras nos confirman que los alcaldes priorizan la posibilidad de exprimir a los empresarios de todo tamaño, ya sea para cubrir su presupuesto municipal o para aumentar su ingreso personal, antes que apoyar la creación de nuevos puestos de trabajo. Por lo cual el programa de eliminación de trabas municipales que ha anunciado el ministro de Economía viene en el momento en que es más necesario.

Como muestra de la urgencia en ordenar el tema municipal no un botón sino un escándalo: la municipalidad de Chilca decidió el día anterior a su inauguración retirarle la licencia de funcionamiento a la más grande central eléctrica del país con 670 millones de dólares de inversión. Peor aún, bloquearon sus puertas de entrada como si fuera un prostíbulo clandestino lo que se había clausurado. El desorden municipal se está escapando de las manos.