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Redacción PERÚ21

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Fritz Du Bois,La opinión del directordirector@peru21.com

Eso es lo que ha ocurrido con la seguridad ciudadana, a la cual sucesivos gobernantes han relegado y, ahora, es la principal preocupación de los peruanos.

Así tenemos que, de acuerdo con la Encuesta Anual de Victimización, en el 43 por ciento de los hogares limeños se cuenta con un miembro que ha sido víctima de un robo o asalto en el último año. Es decir, casi la mitad de los habitantes de la capital han sufrido, directa o indirectamente, el ataque de un criminal. Es un porcentaje altísimo que triplica al de países desarrollados e, incluso, es bastante mayor al de ciudades supuestamente más violentas, como son México o Buenos Aires. Por lo tanto, es muy serio el problema que tenemos entre manos y se ha agravado al no haberlo priorizado.

Por otro lado, los constantes escándalos en la Policía, especialmente cuando los involucrados son quienes están a cargo, nos llevan a pensar que es poco probable que el problema pueda ser adecuadamente enfrentado mientras el cuerpo policial no sea reformado.

En realidad, es el colmo que se vendan las respuestas de las pruebas para el ascenso de los altos oficiales. ¿Cómo esperamos que haga cumplir la ley, con firmeza y honradez, un coronel que se ha copiado el examen para ser ascendido? Más bien, lo único que eso refleja es inmoralidad, y es un ejemplo más de la indisciplina que reina en la fuerza policial.

Al menos, la única luz en el túnel de la inseguridad ciudadana es la mejora en la confianza que se tiene de la Policía en los distritos que cuentan con un serenazgo adecuado. Parece que la competencia con los vigilantes municipales los lleva a esmerarse y los está motivando. Por lo que la solución, nuevamente, apunta a la municipalización de la Policía y a lograr un acercamiento con la comunidad.